En junio de 2024, Orlando Santiago Cely, gerente general de la empresa Férrea Central, encargada de la ejecución del Regiotram del Occidente, indicó que las obras del corredor férreo comenzarían ese mismo mes.
Sin embargo, al llegar al cierre del año, no se ha iniciado la construcción. Según Santiago, la principal causa de este retraso ha sido la dificultad en el traslado de redes de servicios públicos, aunque el gerente de Férrea Central espera que las obras puedan comenzar en enero de 2025. De acelerarse los trabajos, el Regiotram entraría en funcionamiento en 2027.
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A pesar de los retrasos en el corredor férreo, la empresa ha logrado avances significativos en otras áreas del proyecto. En particular, la construcción del patio taller en El Corzo, en Facatativá que tiene un avance consolidado del 24 %. Además, se están finalizando los diseños del corredor y habilitando tramos que, en un futuro cercano, permitirán el inicio de las obras. No obstante, dado que estos tramos son cortos, se espera que los avances en el corredor sean graduales y permitan cubrir más kilometraje a medida que se avanza en el proyecto.
Santiago Celi señaló que, aunque el inicio de las obras en el corredor sigue pendiente, el trabajo en el patio taller no ha detenido su avance. “Estamos a un par de meses de tener ya ese avance sobre el corredor. Mientras tanto, seguimos concentrados en este patio-taller que no para. Esa es la tarea. Esperemos que estos avances nos lleven a que hacia mitad del año 2027 ya tengamos construido el corredor que nos permita entrar en operación”, expresó el gerente.
El patio taller es una parte esencial del proyecto, ya que es el lugar donde se almacenarán y mantendrán los trenes del Regiotram. Esta infraestructura es clave para el futuro funcionamiento del sistema de transporte y su ejecución no depende de los retrasos en el corredor férreo.
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Dificultades con el traslado de redes
Uno de los factores que ha retrasado el inicio de las obras del corredor ha sido el traslado de las redes de servicios públicos. Según Santiago, el proyecto ya está listo (en cuanto a diseños y licencias), pero el proceso de mover las redes y obtener las aprobaciones de las empresas encargadas de estos servicios ha sido un desafío.
«El detalle de cómo trasladar cada una de las redes y que cada una de las empresas nos den su aprobación es un pequeño detalle que hace que todavía no tengamos un tramo suficientemente largo que nos permita avanzar en el desarrollo de obras sobre el corredor», explicó.
Además, según indicó en junio, la red de combustibles que atraviesa el corredor, gestionada por Ecopetrol y Cenit, ha sido una de las más complejas en cuanto a su reubicación. Los traslados de esta red requieren un enfoque técnico y económico particular, lo que ha sumado un desafío adicional al proyecto. En este sentido, Santiago solicitó el apoyo del Gobierno para costear estos traslados. El presidente, según indicó el gerente, se comprometió a financiar estos traslados a través de Ecopetrol, lo que eliminó el riesgo de que el proyecto se suspendiera.
Además de la red de combustibles, el proyecto del Regiotram enfrenta interferencias con más de 860 puntos de redes de 18 operadores diferentes de servicios públicos a lo largo de los casi 40 kilómetros de la vía proyectada. Estas interferencias requieren que se resuelvan los problemas de ubicación y reubicación de las redes antes de iniciar las obras.
«Queremos evitar empezar con una obra que se quede detenida por falta de avance en estos detalles. La construcción del corredor es bastante rápida, pero no queremos empezar solo por 100 metros y quedarnos parados», afirmó.
Por otro lado, la compra de predios necesarios para la ejecución del proyecto también ha representado una tarea importante. Aunque en su mayoría estas compras ya se han completado, se continúa con algunas adquisiciones adicionales para asegurar que el traslado de las redes se realice sin inconvenientes. La adquisición de los terrenos es fundamental para poder liberar el paso del corredor y garantizar que no existan obstáculos a lo largo de su trazado.
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Mientras tanto, la Empresa Férrea Central se enfoca en finalizar los diseños del corredor y en realizar las compras de predios que aún estén pendientes. Esto permitirá reducir los tiempos de preconstrucción y acelerar la ejecución de las obras en cuanto se resuelvan los problemas técnicos y logísticos.
“Estamos apostando a que, si algo nos ha retrasado, el concesionario busque los mecanismos para acelerar la ejecución una vez tengamos los permisos y las condiciones listas. La planificación es crucial para habilitar tramos grandes, de modo que el concesionario pueda trabajar de forma masiva y rápida”, afirmó Santiago.
Otro aspecto que ha influido en los retrasos del proyecto fue la obtención de la licencia ambiental. En 2023, el proyecto aún debía cumplir con los trámites necesarios para obtener este permiso. Sin embargo, con la implementación de la figura PAGA (Permiso Ambiental para Grandes Obras de Infraestructura), el Regiotram pudo continuar sin esta licencia específica, lo que permitió avanzar en algunos aspectos del proyecto, aunque también sumó tiempo al proceso general.
Este tipo de trámites y gestiones administrativas ha retrasado aún más el cronograma original, que preveía la entrada en funcionamiento del Regiotram para 2026. Ahora, el inicio de operaciones se ha pospuesto hasta el año 2027.
Impacto esperado del proyecto
El Regiotram busca acercar varias localidades del occidente de Cundinamarca y Bogotá. Actualmente, un residente de Facatativá puede tardar hasta tres horas para llegar al centro de la ciudad, un tiempo que el Regiotram busca reducir a tan solo una hora.
Además, el proyecto tiene un importante componente ambiental. El Regiotram será un sistema de transporte 100% eléctrico, lo que contribuirá a la reducción de la contaminación. Se estima que, en los primeros 20 años de operación, este tren podría evitar la emisión de hasta 165.000 toneladas de CO2.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio