¿Por qué se anuló la prohibición de armas de los granjeros?

El hombre acusado de matar a tiros a tres personas en tierras de cultivo remotas en el norte de Queensland, la policía le revocó la licencia de armas hace más de una década, según revelan los documentos del tribunal.

Pero el residente de Bogie, Darryl Young, acusado de asesinar a Maree, Mervyn Schwarz y Graham Tighe, apeló con éxito la decisión policial el mismo año en que se canceló su licencia, alegando que la necesitaba para su “negocio”.

Los documentos del Tribunal Civil y Administrativo de Queensland (QCAT) revelan que a Young se le otorgó una licencia de armas por primera vez en 1992.

Le permitió sostener cuatro rifles y dos escopetas.

En 2010, la policía de Queensland rechazó su oferta para renovar la licencia. Argumentaron que “no era de interés público” que él tuviera una licencia.

En la apelación del Sr. Young, afirmó que necesitaba las armas para controlar animales salvajes en una propiedad en Gladstone.

“No hay (sic) en las leyes de las leyes de armas que haya violado para evitar que tenga una licencia de armas”, dice Young en su solicitud.

“Necesito mi licencia de armas para mi negocio. Espero que el Tribunal revoque (sic) la decisión para poder tener mi licencia”.

El tribunal falló a favor de Young, rechazando los argumentos de la policía para rechazar la renovación.

La semana pasada, en un asunto no relacionado, el Sr. Young fue acusado de tres cargos de asesinato y un cargo de intento de asesinato.

La policía alega que el hombre de 59 años mató a los Schwarz y al Sr. Tighe en una propiedad en Bogie, cerca de Bowen, durante una reunión concertada en la línea fronteriza.

El hermano de Graham, Ross Tighe, también recibió un disparo en el estómago pero sobrevivió, lo que alertó a la policía de lo ocurrido.

El Sr. Young, que ha sido puesto en prisión preventiva, compareció brevemente ante el Tribunal de Magistrados de Proserpine el lunes.

Brisbane

Fuente de la Noticia

Related posts

‘Error’ en la deportación de un jefe motero

Acusan a hombre de tráfico de adolescentes

La seguridad electrónica supone una amenaza masiva para los gigantes tecnológicos