Predecir el futuro de los mercados financieros, ¿realidad o mito? | Finanzas | Economía

En el año 2007, el médico y economista estadounidense Michael Burry advertía una crisis hipotecaria en la mayor economía del mundo, no obstante, la audiencia global lo miró con escepticismo e ignoró sus advertencias bajo el precepto de que era imposible pronosticar el futuro del mercado hipotecario. Un año después, como en una reacción en cadena, la economía de los EE. UU. y del mundo entero se vieron sumidos en el mayor apuro financiero hasta ese entonces, la llamada crisis subprime del 2008.

Para entender la naturaleza de la incredulidad que abrazó al anuncio hecho por Burry, habría que volver la mirada a la teoría clásica financiera, la cual indica que “predecir el comportamiento de un activo es imposible”, pues según la eficiencia de los mercados sus fluctuaciones son fortuitas o aleatorias.

Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de los Andes ha demostrado que, en países emergentes como Colombia, México y Chile entre otros, en algunas ocasiones la probabilidad de predecir el movimiento de los precios de las acciones se incrementa sustancialmente. Hemos encontrado evidencia estadística que permite afirmar que, durante ciertos períodos, los mercados emiten señales favorables para predecir dichos movimientos.

Este comportamiento está sustentado por la Hipótesis de los Mercados Adaptativos, una teoría propuesta por el economista Andrew W. Lo, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT. Según el profesor, así como la selección natural garantiza la supervivencia del más apto, los mercados financieros se comportan como un modelo evolutivo cuyos participantes se ajustan a entornos cambiantes, redefinen la composición de sus portafolios y modifican sus estrategias. Solamente aquellos que mejor se adapten a las condiciones del mercado, podrán sobrevivir en un ambiente feroz como el del mundo de las finanzas.

El estudio de Uniandes sugiere que, en mercados emergentes como Colombia, de vez en cuando surgen períodos con mayor probabilidad de predecir el comportamiento de las acciones que cotizan en el COLCAP (índice bursátil de referencia en Colombia); por ejemplo, entre 1996-1997; 2001-2002 y 2016-2017. Y aunque cada bolsa de valores se comporta de manera diferente, en todas se observa la misma evidencia: la eficiencia de los mercados evoluciona de manera cíclica e irregular a lo largo del tiempo. Una de nuestras conclusiones es que los movimientos de las acciones no son del todo aleatorios; y sí, existen momentos de dependencia serial en los retornos de los índices, es decir, el precio de ayer puede explicar el comportamiento del precio de hoy.

Para los inversionistas, esto representaría mayores oportunidades de obtener ganancias por encima del mercado, aprovechando la desconexión que se presenta entre la información pública disponible y el comportamiento de las acciones (una “ineficiencia” en los mercados). Para los analistas, es recomendable observar ciertas características y señales que a primera vista parecieran no existir y que se hayan ocultas en las series financieras; y para la economía, representa un llamado a revisar el paradigma dominante por la teoría clásica financiera de los años 70s, la cual cuestiona el pronóstico de los mercados financieros con base en precios históricos.

No obstante, la dificultad de hacer pronósticos radica en que, cuando el mercado es “eficiente”, los precios siguen lo que se conoce como una “caminata aleatoria”, lo cual vuelve impredecible el precio de una acción o índice bursátil. Debido a la interconexión existente entre las bolsas de valores en el globo terráqueo, como una inmensa telaraña sobre las economías del mundo, una revuelta civil en Arabia Saudí puede por ejemplo repercutir en el precio internacional del petróleo, lo que a su vez impactaría directamente la cotización del índice COLCAP.

Estos eventos dificultan la elaboración de modelos que incorporen la complejidad de un mundo en constante cambio. Sin embargo, la Hipótesis de los Mercados Adaptativos les abre las puertas a diferentes ciencias como la economía, psicología, neurociencia, inteligencia artificial e incluso a la biología evolutiva, para que exploren el intrincado mundo de las finanzas. Quizá, y bajo la coyuntura generada por el nuevo Coronavirus, este sea el momento preciso para probar la predictibilidad y la eficiencia de los mercados financieros, tal y como lo hizo el doctor Burry con la burbuja hipotecaria que se gestó en los Estados Unidos hace ya más de una década.

Por:
– Andrés Cruz Hernández, estudiante Doctorado en Administración Universidad de los Andes
– Andrés Mora, Profesor de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes

Fuente de la Noticia

Related posts

Análisis de los problemas de caja que enfrenta el Ministerio de Hacienda | Economía

FMI bajó previsiones de crecimiento económico para América Latina: razones de la decisión | Economía

Esta es la empresa que llegó al país con robots para el agro | Agro | Economía