Docenas de presos políticos en la notoria prisión de Insein en Myanmar han realizado una huelga de hambre durante los últimos cuatro días para oponerse pacíficamente al gobierno de la junta, dijeron fuentes el viernes, marcando la tercera protesta de este tipo desde que los militares tomaron el poder hace poco más de un año.
Un abogado, que habló bajo condición de anonimato, le dijo al Servicio de Myanmar de RFA que 149 reclusos políticos se niegan a comer del personal de la prisión en Yangon como parte de la protesta, que comenzó en el primer aniversario de la guerra militar del 1 de febrero de 2021. , golpe de estado
“Ya no comen los alimentos proporcionados por la prisión, solo comen alimentos enviados desde sus hogares”, dijo. “No sé cuántos días durará la huelga”.
Según el abogado, la huelga de hambre fue organizada por presos políticos en la unidad No. 2 del Thabyay Hall de Insein. Los presos no han emitido demandas y las autoridades no están negociando con los huelguistas de hambre para tratar de detenerlos, agregó.
Otras fuentes cercanas a la prisión y las familias de los presos políticos allí señalaron que esta es la tercera huelga en la prisión desde el golpe, luego de las de julio y diciembre. Las autoridades respondieron a las huelgas anteriores golpeando a los manifestantes, negándoles tratamiento médico y recluyéndolos en régimen de aislamiento.
Cuando fue contactado por RFA el viernes, el portavoz del Departamento de Prisiones, Khin Shwe, negó que haya huelgas en la prisión.
En una respuesta enviada por correo electrónico a las preguntas de RFA, el Comité Internacional de la Cruz Roja en Yangon dijo que estaba monitoreando la situación y que necesitaría recopilar más información antes de poder emitir una declaración.
Un ex preso político que fue sentenciado a siete meses en la prisión de Insein por incitación después del golpe militar dijo que los presos arriesgaron sus vidas para organizar huelgas en las prisiones.
“No podemos simplemente poner fin a una huelga una vez que las autoridades nos toman medidas enérgicas sin obtener ninguna concesión”, dijo el ex preso, que también se negó a ser identificado. “Los presos deben estar decididos a tener éxito”.
Arriesgando sus vidas
Tun Kyi, miembro de un grupo de ex presos políticos, dijo que los reclusos de Insein están dispuestos a correr riesgos por su propia seguridad porque se oponen firmemente al régimen militar.
“Siempre dicen: ‘Somos como pollos en una canasta, y pueden salir y matarnos cuando quieran’”, dijo.
“Es por eso que los prisioneros están decididos a resistir su gobierno. Creo que quieren asegurarse de que los militares no puedan controlarlos, ya sea en la prisión o fuera de ella, sin importar cuán brutalmente nos traten. [as a nation].”
Tun Kyi dijo que si bien admira a los presos políticos por su protesta, está preocupado por su seguridad. Señaló que la junta había reabierto recientemente un centro de interrogatorios dentro de la prisión que se cerró en 2004.
Desde el golpe, RFA ha documentado muchos informes de detenidos que enfrentan abusos en los centros de interrogatorio de la junta, incluida la tortura, la violencia sexual e incluso la muerte.
Zeyar Lwin, líder de una rama local de la milicia Fuerza de Defensa del Pueblo antijunta, también aplaudió a los presos políticos en huelga de hambre.
“Estos presos se resisten a la junta al negarse a permitir que las autoridades gobiernen sobre ellos”, dijo.
“Están arriesgando sus vidas para mostrar su resistencia. Su huelga significa desafiar a las autoridades penitenciarias y desafiar al régimen militar. Están demostrando que meterlos en prisión no les impedirá oponerse a la junta”.
El ejército de Myanmar derrocó al gobierno elegido democráticamente del país el 1 de febrero, alegando que el fraude electoral había llevado a una victoria aplastante para el partido NLD de Aung San Suu Kyi en las elecciones del país de noviembre de 2020.
La junta aún no ha proporcionado evidencia de sus afirmaciones y ha reprimido violentamente las protestas en todo el país que pedían el regreso a un gobierno civil, matando a 1.519 personas y arrestando a casi 9.000 en los últimos nueve meses, según la Asociación de Asistencia para Presos Políticos con sede en Bangkok.
Reportado por el Servicio de Myanmar de RFA. Traducido por Ye Kaung Myint Maung. Escrito en inglés por Joshua Lipes.
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