Presupuesto General de la Nación 2024: los orígenes de los líos que ha tenido el PGN | Finanzas | Economía

Uno de los temas principales de la agenda informativa por estos días en el país es, sin duda, los líos en el Presupuesto General de la Nación que destapó Portafolio y que prendieron alerta en diferentes sectores económicos, por los estragos que estos podrían causar en la confianza inversionista.

Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, habló sobre los que considera como los orígenes de este problema y las medidas que se debe adoptar con urgencia para evitar que este tipo de casos se repita con las asignaciones presupuestales de los próximos años.

(Vea: En vilo la plata de 108 proyectos por errores en el Presupuesto 2024).

¿Por qué pasó esto?

El problema no es solo coyuntural, sino estructural. Lo que ha ocurrido recientemente con el decreto de liquidación es solo la punta del iceberg. La falta de participación ciudadana en la elaboración del Presupuesto, la falta de detalle en el proceso legislativo y la falta de transparencia en la aprobación y ejecución del Presupuesto son problemas que se han arrastrado durante muchos años.

Esto se debe en parte a un Estatuto Orgánico de Presupuesto que, si bien contiene normas importantes, algunas datan incluso de antes de la Constitución de 1991 y carece de suficiente autoridad para hacerse cumplir y están en mora de actualizarse.

(Vea: ‘No hubo nada mal con el Presupuesto’: Minhacienda).

Hay quienes dicen que esto se ha hecho siempre así…

Es importante destacar que la Constitución exige que el Presupuesto se apruebe por proyectos, que se desagregue con detalle, lo cual no se está cumpliendo. Sin embargo, el Presupuesto debe tener cierta flexibilidad para adaptarse a necesidades cambiantes. Se han creado mecanismos como los fondos presupuestales para permitir cierta flexibilidad en la ejecución de recursos, pero esto también puede llevar a una falta de transparencia y de rendición de cuentas en la utilización de los mismos.

¿Por qué?

Porque básicamente lo que hacen las entidades es dirigir recursos a esos fondos y aparecen como recursos ejecutados, cuando en realidad lo que hacen es tratar de utilizarlos para hacer una contratación más flexible, no solamente en el sentido de que puedan ejecutarse esos recursos en un periodo que se extiende más allá del año vigente, sino que a lo mejor es un proceso contractual más fácil.

Es decir que tenemos, por un lado, una estructura muy rígida, que hace obsoleto el sistema, pero por el otro hay una flexibilidad que termina en una pérdida de trazabilidad.

(Vea: Minhacienda publica ‘decreto de yerro’ sobre Presupuesto 2024).

¿Cómo evitar esto?

Partiendo de que no se trata solo de desagregar el presupuesto en exceso, sino de cómo se hace esa desagregación. Necesitamos un Presupuesto desagregado por programas que permita asociar los recursos con resultados específicos. Esto requeriría una nueva legislación que reforme el Estatuto Orgánico del Presupuesto.

Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.

Archivo Particular

¿Qué se puede flexibilizar y qué no?

Es importante entender la clasificación de los gastos del presupuesto, que incluye el servicio de la deuda, gastos de funcionamiento y gastos de inversión. Mientras que algunos gastos, como el servicio de la deuda, son inflexibles, otros, como los gastos de funcionamiento, tienen cierta flexibilidad.

Sin embargo, la falta de desagregación en los gastos de funcionamiento dificulta el seguimiento y control del uso de los recursos públicos. Esto es un tema que se debe analizar y debatir a fondo, para crear un sistema que permita vigilar mejor el uso de los recursos de la gente.

(Vea: Más alertas sobre las dudas de transparencia en el Presupuesto 2024).

¿Qué tanto debe cumplir el Gobierno lo que aprueba el Congreso?

Aquí debemos decir que el Decreto de Liquidación no solamente tiene que guardar coincidencia con la Ley de Presupuesto. El Estatuto Orgánico de Presupuesto exige que el decreto tenga coincidencia con lo que el Gobierno presenta como proyecto al Congreso de la República, incluyendo todos sus anexos técnicos.

¿No puede hacer lo que quiera?

No puede ser que el Ministerio de Hacienda esté vendiendo la idea de que mientras que el Decreto de Liquidación guarde coincidencia con las partidas globales, entonces todo está bien. El Gobierno no puede hacer con esas partidas lo que quiera, ya que los programas y subprogramas tienen que guardar coincidencia con todo el proceso de planeación que surte cada año y que arranca sobre marzo.

¿Debe volver el Presupuesto al Congreso?

Por ahora lo más importante es verificar que el nuevo decreto corrija los errores que ya se anunciaron. Luego de esto, en el corto plazo, es necesario aprovechar los mecanismos legales existentes para hacer el proceso presupuestario más transparente.

Además, es importante comenzar a discutir reformas a las leyes existentes, como el Estatuto Orgánico del Presupuesto y la Ley 80, para mejorar la desagregación del presupuesto y garantizar una mayor transparencia en el uso de los recursos públicos. Hay que potenciar lo que se está haciendo bien y mejorar todo lo que se pueda.

DANIEL HERNÁNDEZ NARANJO
Portafolio

Fuente de la Noticia

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