Según informes, miles de personas en todo el país del sudeste asiático murieron durante la llamada guerra contra las drogas promovida por la última administración filipina.
Pero ahora se está adoptando un enfoque más compasivo y menos punitivo desde el nivel local.
Michael John Maestro muestra ilustraciones de prevención del abuso de drogas realizadas por estudiantes locales.
Noticias de la ONU Daniel Dickinson viajó a Antipolo, cerca de la capital, Manlia, para reunirse con Michael John Maestro, un enfermero registrado que trabaja en la prevención y el tratamiento del abuso de drogas en la Oficina contra el Abuso de Drogas de la ciudad de Antipolo y cuyo trabajo ha sido apoyado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).ONUDD).
“Un joven, al que llamaré Carlo, que abusaba de la metanfetamina, fue remitido a nuestra oficina. Había sufrido episodios psicóticos en diciembre del año pasado y enero de este año y amenazaba a su madre.
También intentó estrangular a un niño. Su familia se dio cuenta de que necesitaban protegerlo a él y a otras personas de la comunidad, por lo que lo mantuvieron encerrado en su habitación. Solo tenía a su perro Butchokoy como compañía.
Carlo en casa con su perro Butchokoy.
Me di cuenta de que su abuso de drogas se debía a problemas de salud mental, ya que mostraba síntomas de esquizofrenia, que podrían haber sido inducidos químicamente por la metanfetamina.
Hace seis semanas le recetaron antipsicóticos y el cambio desde la última vez que lo vi es increíble. No ha vuelto a sufrir episodios psicóticos, su estado de ánimo es más positivo y puede moverse por su barrio, incluso para jugar al baloncesto con otros jóvenes.
Crimen y castigo
Durante la guerra contra las drogas, es posible que lo hayan perseguido, lo hayan encarcelado y tal vez incluso lo hayan asesinado. Ese período se caracterizó por el miedo y el castigo, y las personas que consumían drogas eran consideradas malvadas y una amenaza para la sociedad.
Me quedó claro que Carlo necesitaba compasión y comprensión, no castigo. Es una persona normal, sólo que tiene necesidades médicas diferentes. La adicción a las drogas es un trastorno crónico. Es una condición médica y de salud mental que requiere tratamiento y ese es el nuevo enfoque que se está adoptando aquí en Antipolo y por parte de las autoridades sanitarias de todo el país.
Este cambio de política y nuestra compasión hacia las personas que consumen drogas ha dado como resultado que más personas busquen tratamiento para su afección en la Oficina contra el Abuso de Drogas de la ciudad de Antipolo. El año pasado, 30 personas buscaron tratamiento voluntariamente en nuestra oficina, pero ya durante los primeros cinco meses de 2024 hemos visto a 36 pacientes.
Reducir el estigma
Si mostramos respeto y empatía, podemos seguir ayudando a reducir el estigma que aún existe en torno a las personas que consumen drogas. Este cambio llevará tiempo, pero creo que, por mi experiencia de hablar sobre drogas en escuelas y centros comunitarios, la gente está dispuesta a escuchar.
Los jóvenes juegan baloncesto en la ciudad de Antipolo.
Con la ayuda de ONUDDEstoy utilizando un conjunto de herramientas de cuestionarios que identifican las necesidades de los pacientes y sirven de base para los planes de tratamiento. El conjunto de herramientas hace un seguimiento de todo tipo de datos económicos, sanitarios y sociales y, a partir de la información que recopilamos, podemos derivar al paciente a la agencia municipal adecuada para que lo trate y lo apoye.
El enfoque del kit de herramientas es único y estamos realizando un estudio de impacto con la esperanza de que, si los resultados son positivos, podamos ampliarlo a otros municipios de Filipinas.
“Me apasiona mucho mi trabajo. Observo a las personas y veo que necesitan ayuda, mi función es cuidarlas. El amor y la pasión que siento por las personas que entran en mi consultorio y el cambio positivo en sus vidas al que puedo contribuir a través de un enfoque compasivo me dan la motivación para hacer este trabajo”.