El Observatorio de Infraestructura del Valle (OIV) reveló en su más reciente informe el estado actual de cinco proyectos de infraestructura del departamento, entre ellos destacó en primer lugar la firma del contrato de la Doble Calzada Buga – Buenaventura, proyecto que llevaba más de 16 años en pausa.
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La obra consta de 128 kilómetros destino (Buga – Loboguerrero – Buenaventura) y la construcción de la doble calzada son 35 kilómetros, se construirán dos túneles de 800 metros y 600 metros y se trasladará el peaje existente de Loboguerrero a Cisneros. Esta construcción tendrá una inversión de $4,05 billones, de los cuales $2,2 billones son en capex y $1,84 billones en opex los cuales estarán en las manos del concesionario Unión vial camino del Pacífico (Sacyr).
Aunque el contrato fue adjudicado el pasado agosto, ya para este mes de octubre las obras están tomando forma y en 2024 empezará la fase de construcción hasta el año 2027, cuando se podrá transitar por la vía.
Otra obra que destaca el informe es la que se desarrolla en el corredor Popayán – Santander – Quilichao que después de seis años de retrasos en las obras finalmente se suscribió el acta de inicio de la fase construcción de estos 77 km de doble calzada el pasado 15 de julio.
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“Es una apuesta estratégica de infraestructura, fundamental no solo para la competitividad del suroccidente sino para todo Colombia, considerando que Ecuador es el cuarto destino de las exportaciones del país”, dice el informe.
Esta obra se reunió bajo el proyecto del Corredor del Cali – Rumichaca, que cuenta con más de $2,55 billones para intervenir 77 kilómetros, donde incorporará un nuevo peaje.
Ahora bien, sobre el contrato en la malla vial de Cali que actualmente se encuentra en ejecución tiene como fin ejecutar a precios unitarios fijos y a monto agotable, las obras y actividades necesarias para el mantenimiento de la malla vial urbana del distrito especial de Santiago de Cali.
Esta obra aunque si bien, ha avanzado el Observatorio solicita celeridad a la ejecución en las comunas priorizadas y brindar atención oportuna a los puntos críticos que generan riesgo de accidentalidad que cobran varias vidas al año. Además solicita una planeación optima para evitar retrasos en las obras.
Con una inversión de $86.431 millones, el distrito espera intervenir 73.99 km de vías con pavimento flexible, 7,29 km de reparación puntual en vías con pavimento rígido y 2,1 km de pavimentos hidráulicos mediante de mezcla asfáltica en caliente con geomalla.
La etapa de precontrucción terminó el pasado 30 de junio, y se espera este listo el último día de este año.
Sobre la ejecución en el proyecto de Mulaló – Loboguerrero que está en etapa de preconstrucción (que inició en el año 2016), se espera construir 28,2 km de carretera (3,92 kilómetros en doble calzada) gracias a recursos por $2,8 billones.
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Sin embargo, desde entonces el proyecto ha afrontado una serie de retos que ha hecho que en agosto de 2022, el último registro que hay esté en proceso de cierre de acuerdo para viabilizar fase de construcción del proyecto.
“Es fundamental lograr el cierre del acuerdo entre ANI y el concesionario para activar la fase de construcción, siendo este corredor el único de los 29 proyectos 4G en el país que no ha iniciado obras”, señala el informe destacando el avance de las demás obras 4G.
Dragado de profundización para mejorar el servicio
El proyecto de dragado del Puerto, que aún está en estudios busca incrementar la profundidad del canal de acceso para mejorar el nivel de servicio en la entrada y salida de buques de alta capacidad, pues el calado permite que ingresen al territorio buques de menor tamaño.
Actualmente esta importante obra terminó con una declaración fallida por parte de la ANI el pasado 18 de julio. Con esta determinación, se interpuso recuso de reposición del originador a la espera de la evaluación de la ANI. Es urgente que desde la ANI se resuelva la estructuración del proyecto, de tal forma que pueda iniciar el proceso de contratació”, señala el informe.
Paula Galeano Balaguera
PORTAFOLIO