Los años posteriores a la pandemia, tal y como se vaticinó en el 2021, han sido un período de transición que puso a prueba la capacidad de aguante de las economías de todo el mundo, en aspectos como la protección de la inversión y del mercado laboral, la implementación de planes de reactivación y la apertura y evolución de mercados, para adaptarse a las nuevas necesidades.
Si bien países como Colombia todavía están luchando para salir a flote, no hay que pasar por alto que han aguantado e incluso han mostrado una fuerza por encima de las expectativas. Esta es una tendencia que viene caracterizando a América Latina y así se resalta en un reciente informe sobre la resiliencia económica del mundo.
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El Instituto Swiss Re presentó hace pocas semanas su actualización del Índice de Resiliencia 2024, que evalúa la capacidad de las economías y sistemas de seguros para absorber y recuperarse de choques económicos. Este informe analiza cómo la recuperación económica después del covid-19, junto con la política monetaria y fiscal, ha influido en la resiliencia global.
América Latina.
AFP
Resiliencia moderada
Para el caso de América Latina, con énfasis en Colombia, este análisis sostiene que el año pasado, la resiliencia o capacidad de aguante de la económica creció un 7%, en comparación con el 2022. Gracias a esto, según el Swiss Re, se recuperaron las pérdidas que dejó la pandemia y se encausó el desarrollo y progreso de las naciones, que si bien no está en niveles óptimos, por lo menos soltaron el panorama negativo.
“Este incremento fue impulsado por una mayor capacidad de maniobra en la política monetaria y un crecimiento económico superior a las expectativas. Sin embargo, para 2024 se espera un crecimiento modesto del 1% debido a la inflación persistente y al aumento de los niveles de deuda”, indicaron.
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Por otra parte, la región mostró una resiliencia moderada con un índice de resiliencia de 0,28 en 2023. Con esto, la capacidad fiscal y monetaria sigue siendo limitada, con desafíos como la alta inflación y la volatilidad del mercado.
“Los mercados emergentes en América Latina, como México y Brasil, enfrentaron una resistencia significativa debido a la fortaleza del dólar estadounidense y las salidas de capital. A pesar de estos desafíos, la demanda interna se mantuvo relativamente estable”, manifestaron en otro apartado.
Dólares.
Archivo EL TIEMPO
Altas y bajas
Para entender mejor cómo se está dando la resiliencia en la región, este informe analizó tres factores fundamentales de la economía como la capacidad de reacción y preparación ante posibles catástrofes naturales, la atención y requerimiento de seguros y el estado de los sistemas de salud.
En el primero se advierte que éste mejoró a nivel mundial, alcanzando un índice del 25,7% en 2023. Esto se debió en parte a una mayor proporción de tormentas severas aseguradas. La región mostró una resiliencia baja con un índice de 9,4% en 2023; mientras que la brecha de protección de catástrofes naturales se estimó en US $30 mil millones, destacando la necesidad de mejorar la cobertura de seguros para eventos como terremotos e inundaciones.
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En este punto también dejan claro que eventos como El Niño y La Niña han tenido un impacto significativo en la región, causando sequías e inundaciones que afectan la producción agrícola y la seguridad alimentaria; lo cual podría tener una seria incidencia en los balances para el 2024.
Inflación
iStock
Luego de esto se concentraron en la resiliencia del seguro global, frente al que sostienen que se mantuvo estable en un 58%, con mejoras en la resiliencia de mortalidad y salud en mercados emergentes, pero con debilidades en algunas regiones avanzadas.
“La resiliencia del seguro en América Latina fue del 505%, mostrando una mejora continua gracias a una mayor penetración del seguro de salud y vida. La brecha de protección en la región fue de US $151.000 millones, reflejando un crecimiento en la necesidad de seguros. La región ha visto un aumento en la adopción de seguros privados, impulsado por el crecimiento económico y una mayor conciencia sobre la importancia de la protección financiera”, resaltaron.
Por último, en lo concerniente a la salud, Swiss Re informó que la resiliencia del seguro global se mantuvo estable en un 58%, con mejoras en la resiliencia de mortalidad y salud en mercados emergentes, pero con debilidades en algunas regiones avanzadas. Para el caso de América Latina, sostienen que hay un crecimiento en la adopción de seguros privados, impulsado por el crecimiento económico y una mayor conciencia sobre la importancia de la protección financiera.
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Alerta por cambio climático
En otro de los apartados, los expertos a cargo de este informe se concentraron en los niveles de seguridad alimentaria y el riesgo que está generando el cambio climático en contra de la búsqueda de este objetivo, mostrando que los fenómenos de El Niño y La Niña tuvieron un impacto negativo sobre la producción agrícola.
Cambio climático
Archivo particular
“Se debe mejorar la penetración del seguro agrícola para proteger a los agricultores de pérdidas financieras debido a eventos climáticos adversos. La protección de cultivos se ha vuelto más crítica debido al cambio climático, que aumenta la frecuencia e intensidad de eventos extremos que pueden devastar la producción agrícola”, explicaron.
Con esto sobre la mesa el «Índice de Resiliencia 2024» cerró destacando que la capacidad de recuperación económica y del seguro en América Latina es fuerte, pero que necesita un estímulo para no perder impulso. También concluyeron que a pesar de las mejoras en ciertos aspectos, la región enfrenta desafíos significativos en términos de capacidad fiscal y monetaria, así como en la cobertura de seguros para catástrofes naturales y salud.
“Para mejorar la resiliencia, es crucial aumentar la penetración del seguro y desarrollar políticas que aborden las vulnerabilidades económicas a largo plazo. Las estrategias incluyen la implementación de asociaciones público-privadas, la modernización de infraestructuras y sistemas de salud, y la promoción de la educación y digitalización en la gestión de riesgos y distribución de productos de seguro”, concluyeron.