Por el hecho de ostentar su dignidad, los congresistas tienen derecho a una de serie de privilegios, como tiquetes aéreos, seguros de vida y esquemas de seguridad.
No obstante, en medio de la contingencia generada por el covid-19, no han hecho uso de algunas de estas ‘gabelas’ que les otorga la ley.
Por ejemplo, en noviembre pasado, la Dirección Administrativa de la Cámara firmó un contrato con la empresa Subatours, otorgado mediante licitación pública, para entregarles tiquetes aéreos a los congresistas que hacen parte de la corporación.
No obstante, con la contingencia creada por la propagación de covid-19, la corporación se está ahorrando buena parte de los 11.300 millones de pesos que se tenían presupuestados para los desplazamientos de los congresistas entre una ciudad y otra.
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Según informó la Dirección Administrativa de la corporación, hasta finales de abril se habían ahorrado cerca de 850 millones de pesos por este concepto.
Como le explicó una fuente de la entidad a este diario, ese contrato no implica que se haga un pago total sino que se va pagando de acuerdo a lo que se facture en tiquetes, pero como en los últimos meses los legisladores se encuentran en medio del aislamiento preventivo obligatorio, no han hecho uso de tiquetes.
El contrato cubre a los representantes de todas las regiones, excepto a los 18 que fueron elegidos por Bogotá y los que fueron elegidos por Boyacá y Cundinamarca, debido a que se entiende que su labor se desempeña principalmente en la capital y en regiones cercanas. No obstante, el contrato sí incluye los tiquetes para viajes internacionales.
Ya no se pagan celulares
En septiembre del año pasado, el presidente de la Cámara, Carlos Cuenca, anunció que se suspendía el pago de las facturas de celulares para los congresistas. Este gasto significaba 26 millones 800 mil pesos mensualmente, lo que significaba 321 millones 600 mil pesos. Este fue percibido por la opinión pública como un buen gesto en aras de la austeridad.
El privilegio que sí mantienen los legisladores tanto del Senado como de la Cámara es el de un seguro de vida.
La Dirección Administrativa de la Cámara de Representantes adquirió a finales del año pasado un seguro de vida para los legisladores de la corporación que le costó al Estado 750 millones de pesos.
La póliza ampara a los 172 parlamentarios que hacen parte de esta corporación en caso de una fatalidad desde el 21 de diciembre de este año hasta el 31 de diciembre de este año.
No es extraño que en el Congreso se adquieran estos servicios. En julio de 2019 se compró un seguro de vida para los 108 senadores de la República. Este seguro de vida le costó al Estado 1.245 millones de pesos.
La póliza ampara “contra el riesgo de muerte por cualquier causa, incluyendo el suicidio, homicidio, guerra y terrorismo, a los miembros del grupo asegurado (los senadores)”.
Uno de los privilegios más notorios de los que gozan los congresistas es su esquema de seguridad, que cuenta con escolta y carro blindado. Esto es polémica especialmente en momentos en que, como ahora, líderes sociales y candidatos en algunos territorios han pedido protección a su vida pero no se les ha podido otorgar debido a que no hay recursos.
Para otorgar protección a los representantes, la Dirección Administrativa de la Cámara firmó un convenio con la Unidad Nacional de Protección para otorgarles a los congresistas que hacen parte de la corporación carro blindado y escolta.
El convenio implica que la Cámara debe pagar un total anual de 53 mil millones de pesos por este servicio para los 167 representantes que cuentan con esquema.
En el Senado de la República, la situación es similar. Se firmó un convenio con la Unidad Nacional de Protección por 26 mil millones de pesos para proteger a los 108 parlamentarios que hacen parte de esta corporación.
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