Redacción
Para esta inversionista, sumar a un socio no solo implica obtener dinero, sino consejos que seguir y humildad para aceptarlos. Solo así llevarás tu negocio al siguiente nivel.
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Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Uno de los momentos más difíciles que Patricia Armendáriz tuvo que vivir en su trayectoria profesional y que “sufrió hasta los huesos” fue en 1994, cuando fungía como vicepresidenta de la Comisión Nacional Bancaria. No era para menos: la crisis bancaria y la intervención de bancos en México le explotaron en las manos. Sin embargo, decidida como es, sabía que las crisis o te paralizan o te impulsan. “Una crisis genera escasez y eso libera nuestra adrenalina para crear. La creatividad es una de las cosas que más te hace crecer”, asegura.
Patricia también ha enfrentado crisis personales, como su divorcio. “Fue una decepción muy fuerte. Hubo soledad y retos como mamá soltera, y me tomó casi 15 años remontar mi vida, pero gracias a que viví eso hoy soy una mejor persona y profesionista”, asegura. “Por eso creo que, como dice mi dicho favorito ‘Dios patea para arriba’”.
Este lado muy humano es poco conocido frente a las cámaras de Shark Tank México, programa en el que esta empresaria participa como inversionista en su rol de fundadora y directora de Financiera Sustentable, una Sociedad Financiera Popular especializada en otorgar créditos a microempresarios con proyectos en pro del medio ambiente y la base de la pirámide, que nació en 2014.
¿La razón? Ser la única representante del género en el grupo de inversionistas la impulsa a demostrar, adrede, que una mujer no puede quedarse callada o intimidada por los hombres de negocios, sino que debe defender su lugar y aprovechar sus ‘armas’ y talentos para negociar y obtener lo que quiere. “No tengo ni la décima parte de las fortunas de mis compañeros, pero estoy comprometida porque mis palabras forman gente. Estoy muy enamorada de lo que hago, aunque a veces traicione a mi empresa por no ocuparme de ella como antes.”
Lecciones para enfrentar tiburones
1. Prepárate. Ya sea crédito o inversión, requieres tener la disciplina de conocer tus números y tus finanzas, además de estar listo para recibir y ejecutar los recursos.
2. Sé flexible. El problema radica en querer mantener el control al mismo tiempo que buscas a estos socios, pues en ocasiones los emprendedores creen saberlo todo y no aceptan los derroteros ni quieren negociar hacia dónde llevar su proyecto. “Aceptar a un socio te puede enriquecer no sólo en lo financiero, sino en lo intelectual, y es algo que debes entender. Yo he perdido sociedades por esa arrogancia de quien está empezando y no está dispuesto a ceder.”
3. Ten disciplina. “Sin ella no puedes ponerte metas, por eso yo lo traduzco en planeación. Por ejemplo: ¿a dónde ves a tu empresa en 20 años? Tal vez vendiendo en Europa. ¿Qué necesitas para llegar allá? Distribuir en todo México y América Latina en los siguientes 10 años. ¿Y en cinco? Debes ser dueño del mercado local. ¿Y en un año? Entonces, planea tu año y todos los días revisa cómo vas con tus objetivos para llegar a donde esperas.”
4. Sé rentable y social. “No hay manera de ser rentable si no eres social. Si comienzas por cuánto dinero quieres ganar, ya perdiste. El dinero viene después. En mi caso, cuando hago mis presupuestos, me planteó a cuántas familias quiero ayudar ese año, y el dinero cae por añadidura.”
5. Cómete al mundo. “Está bien desearlo, pero no hay que hacerlo de un solo bocado o distrayéndose en otras cosas. El mundo se come por poquitos y producto por producto.”
