Colaboradores sanos y felices son sinónimo de una organización próspera. Aquí cuatro prácticas para aumentar el bienestar y la productividad de tu gente.
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La práctica del wellness está en boca (y mente) de todos. Cada vez es más común escuchar acerca de organizaciones que además de rentabilidad buscan que sus colaboradores sean más felices en su trabajo, teniendo equilibrio en lo mental, físico y ambiental, emocional y espiritual, obteniendo como resultado un estado de bienestar general.?¿Por qué considerarlo para tu empresa?
Jorge Alva, fundador y director general de Happy Works, que imparte talleres de capital humano por medio de la metodología de risoterapia, explica que según un estudio de la consultora Crecimiento Sustentable, “las personas felices son 88% más productivas que quienes no lo son, pues tienen hasta 33% más energía y dinamismo, lo que resulta en mayor eficiencia y productividad para las organizaciones”.
Y no sólo eso: aumenta la lealtad y el compromiso por parte de los empleados, quienes tienen ocho veces más probabilidades de sentirse comprometidos cuando el bienestar es una prioridad dentro de sus lugares de trabajo. También se reducen los costos asociados al ausentismo, rotación de personal, incapacidades, accidentes y gastos médicos.
Manos a la obra
El wellness abarca a la persona de manera integral, incluyendo la salud física y emocional, el desarrollo intelectual, social y hasta espiritual. Lo mejor: el bienestar organizacional va más de la mano con la creatividad que con el recurso económico. Aquí algunos ejemplos con los que puedes impactar a tu negocio y que están al alcance de cualquier presupuesto.
1. Realiza una reunión al día con alguna actividad física. Por ejemplo, clases de yoga, meditación o baile. ¿Qué tal las juntas “de pie” o las walking meetings? Al no estar sentados, los participantes tienden a ser más concisos y los convocados suelen ser sólo los imprescindibles, lo que eficienta el tiempo laboral de todo el equipo.
2. Organiza trainings para una carrera. Si no tienes presupuesto para organizar una por tu cuenta, súmate a iniciativas de otras marcas o a eventos corporativos. Además de generar la integración divertida y saludable entre tus colaboradores, podrás hacer networking con otras organizaciones.
3. Habilita un jardín orgánico para cultivar tus propias verduras. Involucra a tus colaboradores en su instalación y cuidado. ¿Poco espacio? Opta por alternativas como la hidroponía de lechugas o cultivos aeropónicos de arúgula y kale.
4. Permite el home office un día a la se- mana. Estudios de Ipsos e IDC indican que quienes hacen trabajo remoto son más productivos y eficientes, ya que el 83% reduce su nivel de estrés al no estar en la oficina y el 78% tiene un mayor equilibrio entre la vida familiar y laboral. Antes de implementarlo, toma en cuenta las necesidades del cargo e idea una forma de evaluar los resultados esperados.
5. Promueve talleres para el desarrollo de competencias. Liderazgo empático, comunicación efectiva, resolución de conflictos, manejo del estrés e impulso creativo son habilidades que no sólo contribuirán al crecimiento profesional de tus empleados, sino a mejorar su desempeño y el de tu empresa. Ojo: no es arte de magia. Para ver los
beneficios tiene que haber constancia, compromiso, seguimiento y congruencia por parte de toda la organización, comenzando por los directivos y líderes de área. “No puedes implementar una filosofía de bienestar y al mismo tiempo pedirle a tus colaboradores que trabajen desde su casa el fin de semana para llegar a los objetivos del mes”, advierte Alva.