Redacción
El ministro de Salud, Mark Butler, reveló por qué el gobierno introdujo nuevas reglas para los pasajeros que viajan desde China a Australia.
Los viajeros que ingresen a Australia deberán devolver una prueba negativa de Covid-19 en el aeropuerto dentro de las 48 horas posteriores al embarque de vuelos al país a partir del jueves.
Se produce cuando China sufre el brote de covid más grande del mundo en la historia, con cientos de millones de personas potencialmente infectadas.
“El factor clave de esta decisión es lo que la Organización Mundial de la Salud ha descrito como una ausencia de información completa sobre lo que es una situación que avanza muy rápido en China”, dijo Butler a Sunrise el lunes.
“Creemos que esta es una decisión equilibrada, una decisión modesta”.
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La mayoría de los otros países importantes, incluidos EE. UU., Canadá, Inglaterra y Francia, participan en el intercambio de datos de secuenciación genómica que permite a los países rastrear la aparición de nuevas variantes.
“Sabemos que lo que está sucediendo en China es una ola de covid muy seria”, dijo Butler.
“Lo que nos preocupa y lo que describió la Organización Mundial de la Salud en las últimas 48 horas es la ausencia de información”.
La decisión se tomó antes de que China anunciara que aliviaría sus requisitos de cuarentena para los viajeros entrantes el 8 de enero, por primera vez desde 2020.
También reanudará la emisión de visas para que los residentes viajen al extranjero, una medida que se espera genere un auge en los viajes entre los dos países.
Sin embargo, Butler enfatizó que la decisión de imponer restricciones a los viajeros chinos no tiene como objetivo obstaculizar los viajes.
“Quiero enfatizar que damos una calurosa bienvenida a la reanudación de los viajes entre nuestros dos países”, dijo.
“Sé que cientos de miles de australianos, de ascendencia china en particular, están ansiosos por la oportunidad de reunirse con familiares y amigos a quienes tal vez no hayan visto más que en una pantalla durante meses, si no años”.
“Realmente es el único país importante del mundo donde no hemos visto reanudar los viajes, por lo que este es un desarrollo muy positivo, pero debemos asegurarnos de tener la información que necesitamos para proteger la salud de los australianos”.
El jueves pasado, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, instó a China a ser más comunicativa con la pandemia. Era «comprensible» que algunos países hubieran introducido restricciones en respuesta a su aumento de Covid-19, dijo.
Pero el viernes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, insistió: “Desde el brote de la epidemia, China ha estado compartiendo información y datos relevantes con la comunidad internacional, incluida la OMS, de manera abierta y transparente.
“Compartimos la secuencia del nuevo coronavirus en primera instancia, haciendo así contribuciones importantes al desarrollo de vacunas (y) medicamentos relevantes en otros países”. Sin embargo, España, Corea del Sur e Israel impusieron el viernes pruebas obligatorias de coronavirus a los visitantes de China.
Se unieron a Italia, Japón, India, Malasia, Taiwán y Estados Unidos para exigir pruebas negativas de covid a todos los viajeros de China continental, en un intento por evitar la importación de nuevas variantes del gigante asiático.
Francia comienza a realizar pruebas a pasajeros de China
Mientras tanto, Francia comenzó el domingo a evaluar a los pasajeros que llegan de China para rastrear posibles variantes de Covid, dijo el ministro de Salud, Francois Braun.
“Este control a la llegada no es un control para evitar que los ciudadanos ingresen a nuestro territorio, sino un control más científico que nos permitirá verificar con mucha precisión diferentes variantes”, dijo Braun en el aeropuerto Charles de Gaulle al norte de París.
“Estas son esencialmente variantes de Omicron actualmente en China”, dijo Braun, y agregó que habrá “una discusión a nivel europeo en la semana para armonizar este modelo” de prueba.
A partir del domingo, los visitantes de China deberán llevar mascarilla y estar preparados para someterse a un test a su llegada, que se realizará de forma aleatoria.
– con AFP
