Redes criminales ordenaban extorsión y sicariato desde prisión

Un gran operativo liderado por las fuerzas especiales del Gaula Bogotá, en las cárceles La Modelo y La Picota, se realizó en las últimas horas, y sus resultados fueron dados a conocer este martes. Q’HUBO obtuvo imágenes inéditas de este operativo que culminó con el desmantelamiento de una escabrosa red de extorsión y sicariato.

El infiltrado

La gran cantidad de denuncias sobre extorsiones provenientes de la cárcel impulsó al Gaula Bogotá a infiltrar a uno de los suyos dentro de la cárcel La Modelo. Este agente se dedicó a tomar nota de las andanzas de los reclusos, e incluso las grabó de manera clandestina con su celular.

Lo que halló fue impresionante: una gran cantidad de celulares y centrales telefónicas funcionaban como una planeada red desde la cual extorsionaban y amedrentaban a la gente del común, todo desde adentro de las rejas de la cárcel.

El operativo

Una vez afianzada la información obtenida por el agente infiltrado, el Gaula, junto con la Policía Metropolitana de Bogotá, se le midieron a entrar con todas las de la ley a la cárcel y requisar cada rincón de los cuartos. En estos encontraron una gran cantidad de celulares ocultos.

La ‘malicia’ de los reclusos les dio hasta para esconder celulares entre biblias, colchones, almohadas, así como caletas llenas de sim cards metidas en recovecos y desodorantes. También encontraron drogas con las que comerciaban allí adentro.

Red de extorsión

Entre los graves descubrimientos que se dieron a conocer está el de una red dedicaba a extorsionar, secuestrar y asesinar a las personas que no pagaban. Utilizaban unas listas escritas en cuadernos y panfletos pegados en las paredes, donde anotaban los nombres de propietarios de negocios y personas del común a quienes extorsionaban.

Ellos llamaban a los números anotados y se hacían pasar por tenientes; les decían a las familias que su hijo o sobrino estaba capturado para luego pedirles grandes sumas de dinero”, le contó a Q’HUBO una funcionaria del Gaula.

La funcionaria agregó que los bandidos: “utilizaban una grabadora para reproducir sonidos de la policía y hacer que las personas creyeran el engaño”.

El temido líder

El jefe de esta temible organización fue identificado como alias ‘El Gordo’, un cacique (jefe de patio) que controlaba las operaciones de la banda delincuencial encarcelada. Se dio a conocer que además de gestionar los cobros y mentiras, ‘El Gordo’ daba órdenes de asesinar a quienes no cumplían con los pagos. Así lo descubrió el agente infiltrado que se percató de un sicariato que estaban planeando.

Por demás, a su banda le encontraron 80 celulares, 150 sim cards y 85 cuchillos. Las operaciones clandestinas que se gestaron en sus propias narices fueron desarticuladas gracias a la acción de las autoridades.

Frustran sicariato

La información suministrada por el infiltrado logró que los agentes de policía interceptaran un sicariato que se estaba cocinando desde el liderazgo de ‘El Gordo’.

El cacique habría mandado traer desde Medellín a un sicario que le hiciera la vuelta a un comerciante que se negaba a pagar la extorsión. La policía dio con el sujeto cuando recibía su pago por el vil trabajo; resultó ser un joven de apenas 16 años.

Fuente de la Noticia

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