Referendos: una nueva estrategia electoral en Colombia – Partidos Políticos – Política


A pesar de que desde la Constitución de 1991 nunca ha prosperado un referendo, esta figura se puso de moda en la política colombiana. En apenas una semana, este mecanismo fue puesto sobre la mesa por tres sectores distintos: el expresidente Álvaro Uribe, el senador por Cambio Radical Rodrigo Lara y el senador Roy Barreras.

Los temas por los cuales se quiere convocar a los colombianos a las urnas van desde derogar la JEP, como propone Uribe; establecer la revocatoria de mandato para el Presidente, como pretende el senador Roy Barreras; hasta prohibir las sesiones virtuales del Congreso, como aspira Rodrigo Lara.

Pero más allá de los puntos que contiene cada una de las propuestas, convocar un referendo a estas alturas, en medio de la pandemia y la crispación política, es una tarea compleja.

Por tratarse de un referendo aprobatorio –se busca que el pueblo avale una propuesta–, se requiere un número de firmas equivalente al 5 por ciento del censo electoral. Es decir, cerca de 1’800.000 firmas. Luego, el Congreso debe aprobar la convocatoria.

Y para que sea avalado por los colombianos necesitaría un umbral de 9 millones de votos en cada pregunta, la mitad de los cuales tendrían que ser por el ‘sí’ para que se entienda como aprobado.

Para convencer a los ciudadanos de ir a las urnas, las propuestas centrales de los referendos propuestos hasta el momento van acompañadas de algunos ‘dulcecitos’, como reducir el Congreso, bajar el salario de los parlamentarios o establecer la educación universitaria gratuita.

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“Estos son temas que logran captar la atención de la opinión pública, que logran generar la discusión pública, que es lo que buscan la mayoría de estos promotores”, explicó la profesora de ciencia política de la Universidad Javeriana Patricia Muñoz Yi.

Según los analistas, la idea de los promotores no es tanto que su referendo tenga éxito en las urnas, sino que “es una jugada con miras a 2022”.

“El Centro Democrático le está apuntando a adelantar la campaña y el referendo les permite posicionar desde ya ese temor que han infundido sobre la llegada del socialismo y la supuesta impunidad a las Farc; mientras que el senador Barreras le apuesta a captar al antiuribismo, que es tan amplio como el propio uribismo”, dijo el politólogo de la Universidad Nacional Rubén Mora.

En esto coincide la profesora Muñoz, quien considera que estas propuestas buscan captar “algunos factores de agitación e indignación” que han surgido en el país.

“Esto es producto de un ambiente que se ha generado alrededor de las campañas presidenciales. No creo que estas iniciativas de referendo busquen llegar hasta el final, más bien buscan agitar determinados temas”, aseguró.

De acuerdo con el profesor Mora, lo que muestran estas propuestas es que poco a poco se van decantando los temas que serán el centro de la campaña; “mientras el uribismo abandonó el discurso de la seguridad y ahora se perfila hacia infundir el temor a convertirnos en Venezuela, otros sectores se dieron cuenta de que la sola defensa del acuerdo no les alcanza y por eso hablan, por ejemplo, de renta básica universal”.

Un hecho que queda en evidencia con estas propuestas es que la polarización puede acentuarse aún más por los temas que hay en discusión.

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“la mezcla de mecanismos de participación con campañas políticas parece a todas luces una mala combinación para la democracia”.

“Estas propuestas son causa y efecto de la polarización, surgen por ese interés por tomar la delantera en el posicionamiento de algunos temas, que son efecto de la agitación política en la que vive el país; pero al mismo tiempo esto puede aumentar la radicalización”, manifestó la profesora Muñoz Yi.

Además, como lo explicó Mora, se están planteando “discursos alrededor de dicotomías”, lo que puede aumentar las divisiones, tal como ocurrió en 2018 con el plebiscito.

Un hecho que juega en contra de estas propuestas es el tiempo. El referendo, según las normas, deberá realizarse dentro de los seis meses siguientes a la presentación de la solicitud. La votación no podrá coincidir con ningún acto electoral ni puede acumularse la votación de más de tres referendos para la misma fecha.

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No obstante, lo que está sucediendo amerita una reflexión frente a cómo se están manejando estas herramientas, pues como lo dijeron los investigadores Fabián Acuña y Vanesa Lozada, en un artículo en Razón Pública, “la mezcla de mecanismos de participación con campañas políticas parece a todas luces una mala combinación para la democracia”.

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