Los gremios y los sindicatos están sentados desde este lunes, en el marco de la mesa de concertación de políticas laborales y salariales, para discutir los proyectos de reforma laboral y pensionar que llegarán al Congreso este jueves 16 de marzo.
(¿Por qué la reforma laboral generaría más desempleo? Fenalco responde).
Del lado de los empresarios, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, reiteró las preocupaciones que ven los comerciantes con el proyecto y conversó con Portafolio sobre cómo ve la discusión, a tan solo tres días de la fecha límite que puso el Gobierno.
¿Cómo vio la instalación de la mesa de concertación laboral?
Este lunes tuvimos la primera reunión tripartita: Gobierno, centrales obreras y gremios, de 10:00 am a 1:30 pm, escasamente tres horas y media, para concertar sobre la reforma laboral.
Hemos insistido desde Fenalco en que este no es un tiempo suficiente para discutir una reforma de tanta envergadura y trascendencia para los colombianos.
Desafortunadamente no habrá otro espacio, porque la reforma va a ser presentada el jueves 16 de marzo, y el martes la comisión se dedicará a mirar también la reforma pensional, de la cual aún no se conoce el primer texto.
(La advertencia de comerciantes: reforma laboral impactaría el empleo).
Realmente concertación no ha habido. Ha habido un análisis de varios proyectos de articulado. En algunos puntos se han tenido en cuenta las sugerencias de los gremios y las centrales obreras, pero son más los puntos que nos separan y las discrepancias que hay que los pocos temas en que tenemos acuerdo.
Usted había pedido aplazar la reforma para el segundo semestre, ¿qué le dijo la ministra?
A la ministra, en la comisión de concentración, le volvimos a reiterar la importancia de que una reforma de estas vaya mejor concertada al Congreso y no simplemente a la carrera, como se ha hecho, y la ministra fue renuente y ratificó su decisión de radicarla el próximo jueves.
Lamentamos eso, y dejaremos la constancia sobre aquellos puntos en los cuales Fenalco no puede concertar debido, primero, al poco tiempo de discusión; y segundo, porque son temas que van en contravía de la posibilidad de generar empleo y asfixiarían con nuevos costos laborales a las empresas.
¿Cuáles son los puntos que más le preocupan?
Indudablemente el crecimiento desbordado de los costos laborales. Este crecimiento se daría, en primer lugar, por la reducción de la jornada diurna de las 9:00 pm a las 6:00 pm, esas tres horas se vuelven recargos nocturnos y horas extras. Segundo, está también el crecimiento de los costos de dominicales y festivos, que pasan del 75% al 100%; y tercero, el impacto que tendría la reducción de la jornada semanal de 48 y 42 horas.
Un cuarto punto son los costos que se acarrearían por los despidos con justa causa, donde el proyecto pretende aumentar los costos de indeminzación. Y quinto, los costos que acarrearía pasar de cuatro semanas a 12 la licencia de paternidad. Sumando todo esto, las empresas se enfrentarían, a costos superiores entre el 30% y el 40%.
(Gremios ven difícil concertar con el Gobierno la reforma laboral).
Por supuesto, esto golpearía especialmente a las pequeñas y medianas empresas, el comercio, los restaurantes, bares y el turismo, que trabajamos en esas jornadas de dominicales, festivos y nocturnos. Implicaría que muchas empresas podrían desaparecer o le tendrían que trasladar esos costos al consumidor creando un clima inflacionario mayor.
Usted también ha hablado de que se podría aumentar la informalidad…
Si analizamos esta reforma, como lo he dicho anteriormente, está mucho más orientada a mejorar las condiciones de los que hoy tienen trabajo, pero se olvida de los desempleados, de la oportunidad de acceder al trabajo y de las posibilidades de que los informales puedan volverse formales laboralmente, debido a los altos costos.
Por eso hemos señalado que muchas empresas optarían por despedir personal, o por automatizar, dejar de contratar, o inclusive por informalmente llegar a arreglos con sus trabajadores. Esto no incentiva la formalidad, sino por el contrario, genera más informalidad.
El sistema colombiano tiene también mucho por mejorar. ¿Qué cree que es lo positivo de la reforma?
Hay algunos puntos en que podríamos tener acuerdos. Por ejemplo, los principios de equidad, de género; igualmente en temas relacionados con la estabilidad laboral reforzada en algunos casos, porque hay otros que son bien complicados.
Podríamos tener acuerdos en temas relacionados con los términos de contratación, gran parte de los puntos que presentamos, por ejemplo, en materia de derecho colectivo, fueron acogidos, como eliminar que derechos de convención colectiva se vuelvan derechos de huelga inmediatamente.
(Abecé de la reforma laboral que proponen los comerciantes del país).
Pero se mantienen las huelgas parciales, lo cual es perjudicial para las empresas, o las huelgas de las empresas prestadoras de servicios públicos esenciales, lo cual es muy grave para los colombianos, que podrían quedar sin agua o con cortes de luz o de servicios hospitalarios.
Es decir, son muy poquitos los puntos que realmente nos unen y son muchos más los que nos separan.
Del decálogo de propuestas que presentó Fenalco, ¿qué tanto siente que está reflejado?
Realmente muy poco. De pronto el artículo relacionado con la equidad en el preaviso de despido, que se ha incorporado. Pero son muy pocos los temas que se han tenido en cuenta y que obviamente nos inquietan.
¿Cómo ha avanzado la discusión de la reforma pensional?
Por ahora no es mucho lo que puedo decir, pues no tenemos un solo texto o borrador de la reforma pensional.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE