De aprobarse el proyecto de reforma laboral que radicó el Gobierno ante el Congreso se aumentarían los costos salariales hasta tal punto que las empresas se verían obligadas a despedir a unos 450.000 de sus empleados formales en un escenario de entre 3 y 4 años.
Esa es la principal conclusión de un reporte del Grupo de Análisis del Mercado Laboral (Gamla) del Banco de la República, en el que se indica que el rango de los recortes iría de entre 152.000 a 746.000, en función de la respuesta estimada del empleo formal a los costos salariales, lo que equivale a una reducción de 2,1 puntos porcentuales de la tasa de formalidad. Todo ello en un escenario medio.
(Vea: Estos serían los impactos financieros de las reformas del Gobierno).
De acuerdo con el informe, habría incrementos del costo laboral promedio asociados tanto al componente salarial como al de las indemnizaciones en el caso de despidos injustificados.
Por el primer componente, el informe establece que el incremento en el costo laboral promedio oscilaría entre 3,2 % en un escenario de bajo impacto y 10,7 % en uno de alto, y por el segundo caso, entre 1,2 % y 1,9 %, producto de un aumento de 92 % del valor promedio de las indemnizaciones.
“Dichos cálculos no consideran los posibles beneficios para los empleados incumbentes (persona que está en posesión de algún empleo público de relevancia) que se reflejarían en una mayor estabilidad laboral o de mejoras en el acceso al sistema de protección social”, dice el documento.
(Vea: Otro ‘encontrón’ de Fenalco con Mintrabajo por la Reforma Laboral).
Entre los artículos del proyecto de ley cuantificables en los costos laborales están aquellos que reforman la jornada puesto que se establece que el trabajo nocturno empezaría a las 6 a.m. y no a las 9 p.m., como ocurre actualmente. Igualmente, se busca tener un recargo dominical del 100 % en vez del 75 % actual.
Reforma laboral.
Para hacer los cálculos también tuvieron en cuenta otros artículos como los cambios en la contratación por prestación de servicios, la indemnización por despido, la remuneración de aprendices, la indexación de salarios hasta de dos salarios mínimos a la inflación, la seguridad social en las plataformas digitales y la eliminación de los contratos sindicales.
“Es importante anotar que hay otros artículos del proyecto de ley cuyo impacto en los costos laborales no se pudieron cuantificar, y que podrían aumentar el efecto total”, dice el informe.
(Vea: Reforma laboral aumentaría la informalidad, advierte Anif).
Estos son algunos como: los cambios en la tercerización laboral, la prohibición de pactos colectivos con trabajadores no sindicalizados, la creación del jornal diario agropecuario y contrato indefinido a partir de 27 semanas y la protección de empleados ante procesos de descarbonización.
Reforma Laboral.
¿Cuál sería la magnitud de los despidos?
Eel incremento contemplado en los costos de despido tendría un impacto en un plazo mayor. Sin embargo, la cuantificación de estos efectos tiene más incertidumbre por la menor disponibilidad de elasticidades.
“Los anteriores resultados están en línea con estudios basados en modelos de equilibrio general, en los que ambos aumentos en los costos laborales tienen efectos no solamente sobre el empleo formal, sino también sobre la participación laboral, la productividad agregada y otras variables macroeconómicas”, dice el documento.
Según el informe, los incrementos serían heterogéneos por sectores y las ramas más impactadas en un escenario medio serían la de las actividades profesionales, de servicios de recreación y esparcimiento, de hotelería y turismo y el comercio. Adicionalmente, por tamaño de empresa, las micro y pequeñas tendrían una mayor carga.
(Vea: ¿La reforma laboral desencadenaría el fin de la industria webcam?).
El impacto de los cambios en la jornada laboral
El proyecto de reforma laboral busca reajustar la jornada laboral diurna entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m., y la jornada nocturna entre las 6:00 p. m. y las 6:00 a. m. También establece que la jornada laboral no supere las 8 horas diarias ni las 42 horas semanales, distribuidas en 5 o 6 días a la semana, garantizando siempre un día de descanso. Finalmente, modifica busca aumentar el recargo dominical y festivo del 75 al 100 por ciento sobre el salario ordinario en proporción a las horas laboradas.
Según el estudio, la reducción de la jornada semanal a 42 horas, por una sola vez, se estima que afectaría a 6,6 millones de asalariados que, en promedio a la semana, laboraran una hora extra diurna en el horario de 6:00 a.m. a 6:00 p.m.
“Valorado en el recargo actual del 25 % por hora extra diurna, la cuantificación de este efecto llega a 1,3 billones de pesos (0,7 % de la masa salarial)”, dice el informe.
Por otro lado, para cuantificar el costo de la reducción de la jornada diurna los investigadores plantearon tres escenarios, dependiendo de si las horas laboradas de 6:00 p.m. a 9:00 p.m. en 2022 se consideran parte de la jornada ordinaria de trabajo o son horas extra.
Reforma laboral.
En el primer escenario, denominado de bajo impacto, estas horas son remuneradas con el recargo nocturno del 35 %. En el segundo escenario, de alto impacto, son remuneradas con el recargo de hora extra nocturna del 75 %. En el escenario intermedio se supone que la mitad de las horas hacen parte de la jornada ordinaria de trabajo y la otra mitad son horas extra (recargo del 55 %).
(Vea: Como está planteada, reforma laboral llevaría a despidos en empresas).
Todo ello concluyó que el número de asalariados impactados por esta reducción sería de 1,4 millones, quienes en promedio trabajan 10,2 horas a la semana, y el efecto adicional sobre la masa salarial sería del 1,4 % (2,8 billones de pesos), 2,2 % (4,4 billones de pesos) y 3 % (6 billones de pesos) en los escenarios de bajo, medio y alto impacto, respectivamente.
Y para calcular el aumento del recargo dominical y festivo del 75 % al 100 % se propusieron tres escenarios para una población objetivo de 1,9 millones de asalariados, seleccionada de los sectores con mayor propensión a utilizar mano de obra los domingos y festivos.
En primer lugar, para el escenario en que se laboran 13 domingos y 4,5 festivos al año, el sobrecosto salarial alcanzaría el 0,3 % de la masa salarial (0,5 billones de pesos); en segundo lugar, suponiendo que se trabajan 26 domingos y 9 festivos al año, el costo representa el 0,5 % (1,1 billones de pesos); y, finalmente, para 52 domingos y 18 festivos representaría el 1,1 % de la masa salarial estimada (2,1 billones de pesos).
Sumando el total anual para la reducción de la jornada semanal, junto con los escenarios intermedios para la reducción de la jornada diurna y el recargo dominical y festivo, los investigadores dicen que el costo equivale a 6,8 billones de pesos anuales.
NOELIA CIGÜENZA RIAÑO
EL TIEMPO – ECONOMÍA Y NEGOCIOS