Redacción
El país se demorará dos años en recuperar los niveles de 2019, pero lo que es más importante tener en cuenta es que “tardaremos 4 o 5 en retornar a la trayectoria de crecimiento que habíamos logrado en los últimos años”.
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Esta es una de las conclusiones más relevantes del documento “Colombia: balance 2020 y perspectivas 2021”, de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
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El análisis sobre el panorama nacional e internacional de la economía, advierte que “hoy no se trata solo de crecer, debemos hacerlo en forma acelerada. La velocidad del crecimiento será crucial”.
El pronóstico parte de que “nunca habíamos sufrido una pérdida de valor social y económico de estas dimensiones”, y subraya que “la dimensión de la crisis, sin embargo, dependerá de las acciones que tomemos desde el sector público en lo macro y sus condiciones e incentivos, y desde lo microeconómico con la decisión de salir adelante con responsabilidad y solidaridad.
A su juicio, buscar cómo recuperar la economía es el gran desafío para el 2021 y los años siguientes, y es una tarea de gobierno, sector empresarial, trabajadores, familias y comunidad internacional. Para ello, se necesitan medidas que reactiven de inmediato la economía, sin olvidar pasos estructurales que aseguren el crecimiento sostenible.
Para la Andi , desde la política pública son necesarias acciones de choque que creen condiciones que eviten la pérdida de más empresas y la generación de nuevas inversiones.
Y cree que esa es la única salida para que se conserven y generen empleos. “Se requieren políticas estructurales que le den certeza a inversionistas de que Colombia es destino adecuado. Y desde lo empresarial el reto es mantener la confianza y continuar creando empresa”.
En ese sentido, el gremio plantea que la discusión de una reforma tributaria en la primera parte del 2021 es prioritaria. Considera clave un marco tributario que facilite la recuperación de las empresas y la inversión, y defienda el empleo.
Anota que el informe que entregará al país entre enero y febrero la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios será un insumo muy importante para la discusión. Sin embargo, según el estudio de más de 100 páginas, también es “importante incluir el ajuste y la focalización del gasto público en la fase pos-pandemia, además de seguir avanzando en la eliminación de la evasión tanto en renta como en IVA”.
REALIDADES Y CÁLCULOS
Las previsiones del gremio empresarial más representativo del país se enmarca en varias realidades que plantea la coyuntura. La primera es que el impacto de la pandemia no ha llegado a su fin. La segunda es que las consecuencias negativas en lo económico y en lo social son inmensas. Como tercer punto, señala que “nos tomará varios años recuperar lo perdido, y varios más retomar la senda que traíamos”.
Como cuarto punto menciona que se han tomado medidas de política pública indispensables y valiosas, aunque – como quinto elemento- destaca que “la agenda económica y de política pública de los próximos años requerirá de muchas medidas adicionales que permitan disminuir los efectos de la actual crisis. No vamos ni por la mitad de una muy dura cuesta”.
Observa, igualmente, en este último aspecto que el deterioro de las cifras fiscales en 2020 y 2021, pone de presente la necesidad de que se implementen un conjunto de reformas fiscales estructurales, que contribuyan a la recuperación económica y a la consolidación fiscal.
Para el gremio, el compromiso de retomar la regla fiscal en 2022 va en la dirección de la consolidación fiscal y de mantener el grado de inversión frente a las calificadoras de riesgo.
Los estimativos de crecimiento parten de un 2020 de recesión. La economía mundial se situará en -4,4%, se esperaba un crecimiento del 3,4%. Por su parte, América Latina con un impacto superior (-8,1%) para el 2020.
Por su parte, en Colombia se espera en alrededor del -8%. “A diferencia de otros países, Colombia está viviendo por primera vez en su historia reciente una recesión económica, en estos somos totalmente novatos, quienes ya lo han vivido nos llevan gran ventaja”, reseña el documento.
La recuperación se espera para el 2021, explicada en gran parte por un rebote estadístico, con una mayor operación de los distintos sectores económicos a la registrada en 2020.
Para la economía mundial, se estima un crecimiento de 5,2% en tanto que para América Latina la recuperación parece ser más moderada y se prevé una tasa de 3,2%. “Para Colombia estimamos estar en el rango alto con una tasa alrededor del 5%”, dice.
En este escenario de perspectivas, la Andi cita riesgos latentes que podrían tener efectos negativos sobre las tasas de crecimiento económico, según el Fondo Monetario Internacional para el mundo.
Algunos de ellos son: rebrotes del virus, retiros prematuros de los estímulos fiscales, condiciones financieras apretadas, riesgos de liquidez e insolvencia, intensificación del malestar social, tensiones geopolíticas, incertidumbre en políticas comerciales y fricciones tecnológicas y desastres naturales.
El otro punto en el que llama la atención la Andi tiene que ver con el empleo.
En ese sentido, recuerda que “la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) estima que la tasa de desempleo se duplicaría para los países que pertenecen a la organización, pasando de 5,5% a 10% y esperando una débil recuperación para finales de 2021 (9%)”.
Por esta razón, agrega, “la estrategia de recuperación debe centrarse en políticas públicas que prioricen el empleo y el apoyo a las empresas. En este sentido, el papel de los gobiernos, los trabajadores y los empleadores es clave para consolidar un crecimiento económico basado en la protección y generación de puestos de trabajo”.
