La delicada operación consiste en excavar grandes partes de una ladera donde existe riesgo de derrumbe.
El niño de cinco años, identificado públicamente solo por su primer nombre, Rayan, cayó al pozo en la ciudad de Chefchaouen, en una colina del norte, el martes y su difícil situación se ha apoderado del país del norte de África.
El pozo tiene 32 metros de profundidad y se estrecha a medida que desciende de su diámetro de 45 cm en la parte superior, lo que significa que los rescatistas no pueden bajar por sí mismos para recuperar al niño.
La región montañosa alrededor de Chefchaouen es muy fría en invierno y, aunque se le ha bajado la comida a Rayan, no está claro si ha comido algo.
También se le ha suministrado agua y oxígeno mediante un tubo.
Los rescatistas trabajaron toda la noche anterior con excavadoras para abrir una enorme zanja en la colina junto al pozo, dejando un gran agujero en la tierra rojiza.
Una vez que alcanzan la misma profundidad que el pozo, los rescatistas pueden comenzar a cavar horizontalmente para salvarlo, dijo un testigo a Reuters, lo que confirma los informes de los medios locales.
Un helicóptero está listo para llevar a Rayan al hospital tan pronto como sea liberado.
