El cohete al estrellato de Paddy Pimblett acaba de recibir una puesta a punto muy necesaria.
El llamativo y descarado peso ligero de UFC (22-3) extendió su racha de victorias a ocho y mejoró su récord a 6-0 dentro del octágono con una contundente sumisión en el primer asalto ante King (antes Bobby) Green el sábado. Pero fue la minuciosa eficiencia de la actuación de Pimblett en la cartelera principal de pago por evento de UFC 304 en Manchester, Inglaterra, lo que desmintió las críticas de que el nativo de Liverpool era más publicidad que sustancia.
«¡Declaración hecha, perras!», dijo Pimblett. «Soy la primera persona que somete a Bobby en la UFC, muchacho. Eso es decir algo. Es una declaración».
La aparente facilidad con la que superó al peligroso Green, de 37 años, de pie antes de ponerlo rápidamente a dormir en el suelo mediante un estrangulamiento triangular fue impresionante. A esto hay que sumar el hecho de que la victoria de Pimblett sobre Green (32-16-1, 1 NC) se produjo después de un campo de entrenamiento en el que Pimblett, de 29 años, luchó abiertamente contra la depresión, lo que demostró su concentración, espíritu de lucha y madurez a pesar de una cantidad esperada de payasadas coloridas.
«A todos los que me odian y dijeron que nunca obtendría un puesto en el ranking, ¿qué pasa ahora?», dijo Pimblett. «¿Tienen que volver a cambiar los parámetros y decir que Bobby es un fracasado o que Bobby está acabado? Ahora tengo un puesto en el ranking a mi lado. Que se jodan».
Pimblett frenó las patadas de Green en la pantorrilla antes de lanzar una serie constante de patadas para frenar los rápidos pies de su oponente. Pimblett comenzó a conectar golpes de contraataque precisos antes de que un frustrado Green finalmente intentara derribarlo, pero Pimblett lo contrarrestó instantáneamente con una patada en la parte interna de la pierna.
Desde allí, Pimblett aplicó una guillotina y tiró de la guardia antes de abrirse paso hasta un intento de estrangulamiento que obligó al árbitro Lucas Bosacki a detener la pelea a los 3:22 del primer asalto después de que Green perdiera el conocimiento.
Después de la victoria, Pimblett no dudó en llamar a su posible próximo enemigo.
«Tengo un nombre con el que todo el mundo quiere verme pelear: Renato Moicano», dijo Pimblett. «Veamos si podemos resolver esto antes de fin de año».
Por otra parte, el evento principal vio la mayor sorpresa de la noche cuando Belal Muhammad derrotó al campeón de peso welter Leon Edwards para reclamar el título. La victoria significó una venganza para Muhammad, quien se enfrentó por primera vez a Edwards en 2021 con poca antelación y sufrió un desagradable pinchazo en el ojo al principio de la pelea. La falta accidental fue lo suficientemente grave como para que Muhammad les dijera a los oficiales que no podía ver y la pelea se consideró nula.
El sábado, Muhammad ejecutó un plan de juego perfecto al superar al hombre más grande en cinco asaltos y tomar el control desde el salto. Muhammad ahora está invicto en sus últimas 11 apariciones en el Octágono y tiene una gran cantidad de contendientes que esperan tener su oportunidad.
