La celebración de la Semana Mayor en el país conlleva un martirio para muchas especies. Las CAR reportaron un aumento del 21% en fauna recibida en sus centros de atención y valoración de fauna, pasando de 31.477 animales durante 2020, a 38.140 individuos recibidos en el 2021. Para el caso de Risaralda, actualmente se tienen 981 animales en el Hogar de Paso, correspondiente a 719 aves, 99 mamíferos y 163 reptiles.
“Esta fecha es muy especial para nosotros toda vez que implica que la Cárder tenga una mayor responsabilidad, en esta fecha tenemos una mayor presencia de traficantes, y manipuladores de fauna silvestre en todo Colombia, por lo cual nos hace tener todo nuestro sistema de trabajo activado las 24 horas del día, con nuestras patrullas ambientales, nuestro equipo de profesionales. La idea es sensibilizar al ciudadano de la grave afectación que le estamos haciendo a nuestra fauna silvestre, ya tenemos especies que están prácticamente amenazadas con altísimas probabilidades que en los 50 o 60 años venideros no vamos a tener esas especies en nuestro hábitat, porque hemos sacado especies estratégicas de esos ecosistemas, como lo denunciamos a principios del año pasado con nuestras ranas en Pueblo Rico Risaralda. Ranas endémicas de esa región, sin hacer ningún inventario desde el punto de vista de la biología, estaban con comercializadores, y triste decirlo, con autorización de algunas autoridades ambientales para poder extraer estas especies para reproducirlas y empezar un mercado de exportación. Por eso esta Semana Santa para nosotros es una época muy crítica, pero de mucha especialidad para poder contarles a ustedes esta difícil tarea, pero también es la posibilidad para que ganemos muchos mas adeptos en este apostolado de preservación y conservación de nuestra fauna y flora, y entender que le vale mucho a la sociedad y al Estado tener un animal en cautiverio, pero entender también las implicaciones desde el punto de vista biológico; especie que es decomisada y captada por el hombre prácticamente está condenada a la muerte, porque las afectaciones son muy graves, no hay forma de devolverlos a su hábitat natural”, manifestó Julio César Gómez Salazar, director general Cárder.
Sanciones económicas
“Las multas arrancan en $50 millones y pueden llegar a $150 millones y más, de acuerdo a la tasación del daño ambiental y a la posibilidad de recuperar o reversar ese daño, es gravísimo. Desde el punto de vista penal recordemos que la ley 1453, que fue sancionada en agosto del 2011, es una ley que agrava los delitos ambientales para los comercializadores y deforestadores, quienes hoy tengan sanciones ambientales tienen una complejidad, y es que prácticamente su certificado de exportación se somete a riesgo”, confirmó Gómez.
Más control ambiental
El director de la Cárder también fue enfático en tener una mayor presencia en los territorios de las veredas cercanas a Pereira, para poner más orden ambiental. “Nosotros somos reiterativos que frente a manifestaciones complejas de traficantes, ecopatas, ecosidas, comercializadores furtivos… las acciones de la Cárder son contundentes, este año la Cárder ha capturado en flagrancia junto con la Policía Nacional más de 180 individuos que han sido aprendidos donde estaban degradando un bosque, haciendo cacería degradando un ecosistema estratégico de páramo llevando ganaderías a otros humedales, en fin, ha sido un estrategia de presencia en el territorio. En la semana del 10 al 15 de abril yo me voy a trasladar al alto del Nudo, del Toro, Las Hortensias, La Marcada y La Nona, vamos a estar allí las 24 horas del día con un equipo muy grande de funcionarios, de biólogos, patólogos y educadores ambientales, vamos a revisar con rigurosidad lo que está sucediendo allí desde el punto de vista de la geología y también hay una manifestación de violación a los recursos naturales, todos los días vemos esa montaña más degradada, manifiestan que hay una acción irresponsable del hombre, voy a entrar a sancionar y corregir y llevar hasta las últimas consecuencias, mucha gente está creyendo que se va a quedar con los trofeos de haber urbanizado de una manera ilegal esos territorios, pero llegó la hora de que nosotros empecemos a decretar una serie de demoliciones a decretar una serie de sanciones y vamos con la Fiscalía general a perseguir a esos ciudadanos que construyeron ecohoteles e hicieron aparcerías sin autorización de los órganos de control de la Cárder, control físico y planeación de Dosquebradas, para ponerle orden a ese ecosistema tan importante para Risaralda”.
La palma de cera
“Es una de las especies de flora más querida pero sobre todo más vigilada, por las condiciones climáticas de donde se desarrolla en alturas por encima de 2500 a 3000 metros, por la lentitud de su crecimiento, crece en promedio un centímetro o medio al año, cuando uno mira una palma de cera de 50 u 80 metros de altura, han transcurrido 100-150 años, pero además es el hábitat de especies que también están en vía de extinción, por eso tenemos un especial cuidado con estas, y la Cárder va a ser muy cuidadosa y contundente en el trabajo que vamos a realizar, articulado con la Policía Nacional a través de la línea 3156601389, que funciona 24 horas y es atendida por su director para atender denuncias y darles un respectivo trámite y solución”, explicó el director de la Cárder.
Apoyo Bioparque Ukumarí
Por su parte, Sandra Correa, gerente del Bioparque Ukumarí habló sobre la importancia de no retirar la fauna silvestre de su hábitat natural. “En Semana Santa, las cifras de tráfico ilegal de fauna silvestre aumentan notoriamente, esta celebración religiosa coincide por ejemplo con la época reproductiva de la tortuga hicotea. En una temporada muy corta, miles de hembras reproductivas, junto con sus crías, son retiradas de la población, interrumpiendo su ciclo natural, dejándolas en grave riesgo de extinción.
Sumado a ello, culturalmente, en algunas zonas del país la carne de venado, lapa, chigüiro, babilla y armadillos, así como los huevos de iguana, son altamente apetecidos como parte de las tradiciones asociadas a la celebración religiosa.
El mayor trabajo que debemos hacer es en educación ambiental para prevenir y sensibilizar a los turistas y a los mismos habitantes, desde el Bioparque Ukumarí en esta Semana Santa se van a realizar varios talleres y actividades para que la gente pueda aprender a ayudarnos a prevenir todo lo que tiene que ver con el tráfico de flora y fauna silvestre, y el mensaje para todos los ciudadanos los 365 días del año es para que nos comprometamos con la protección de todos los animales sean silvestres o domésticos de nuestro planeta. Esta entidad en su plan de manejo tiene más de 300 animales silvestres que han sido entregados por la Cárder”.