Larry Fink presidente y CEO de BlackRock, gestor de fondos de inversión que administra cerca de US$10 billones, considera que las empresas deben continuar transformándose para buscar una descarbonización y además avanzar para fortalecer sus políticas de sostenibilidad ambiental, social y de gobierno corporativo.
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En su mensaje anual a los accionistas y clientes en todo el mundo, Fink dice que la pandemia de covid-19 ha planteado un serio reto al mundo y lo seguirá haciendo, pero asegura que en las últimas cuatro décadas, se ha visto una explosión en la disponibilidad de capital con una disponibilidad de US$400 billones, que trae oportunidades y riesgos para inversionistas y compañías por igual, y significa que los bancos ya no son los únicos guardianes de la financiación.
“Las compañías jóvenes e innovadoras nunca han tenido un acceso más fácil al capital. Nunca ha habido más dinero disponible para que las nuevas ideas se vuelvan realidad” lo que impulsa un panorama dinámico de innovación, indica el ejecutivo.
Señala que todos los sectores tienen una gran cantidad de startups (compañías emergentes) disruptivas que intentan derribar a los líderes del mercado.
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Dijo que BlackRock quiere ver que las compañías en las que invierte para sus clientes evolucionen y crezcan para que generen rendimientos atractivos en las décadas futuras y que los activos estén invertidos, de manera coherente con sus objetivos.
Creo que la des- carbonización de la economía va a crear la mayor oportuni- dad de inversión de nuestra vida
CLIMA E INVERSIONES
Fink asegura que el riesgo climático es riesgo de inversión y en dos años se ha visto un cambio tectónico de capital pues las inversiones sostenibles han alcanzado los US$4 billones.
En ese sentido, advirtió, cada compañía y cada industria será transformada por la transición a un mundo con cero emisiones netas y puso como ejemplo los esfuerzos innovadores en la industria automotriz, al punto que todos los fabricantes de automóviles se dirigen hacia un futuro eléctrico y otros sectores se verán transformados por nuevas tecnologías sostenibles como el caso del cemento, acero y plásticos; transporte marítimo y terrestre, aviación; agricultura, energía y construcción.
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“Yo creo que la descarbonización de la economía global va a crear la mayor oportunidad de inversión de nuestra vida. También dejará atrás a las compañías que no se adapten, independientemente de la industria a la que pertenezcan. Y al igual que algunas compañías se arriesgan a quedar dejadas atrás, también lo hacen las ciudades y los países que no planifican para el futuro. Corren el riesgo de perder trabajos, incluso cuando otros lugares los ganen”, dice en su mensaje.
Advierte que con la descarbonización de la economía habrá una enorme creación de trabajos para aquellos que participen en la planificación a largo plazo.
Fink prevé que los próximos 1.000 unicornios no serán buscadores ni redes sociales, “serán innovadores sostenibles y escalables, startups que ayuden a descarbonizar el mundo y hagan que la transición energética sea asequible para todos los consumidores”.
El CEO y presidente de BlackRock reconoció que los productos ecológicos a menudo son más caros pero bajar esa prima verde será esencial para una transición ordenada y justa.
CAPITALISMO ES LA BASE
Fink enfatiza en que es a través del verdadero capitalismo de stakeholders (grupos de Interés) “que el capital se asigna de manera eficiente, las compañías logran una rentabilidad duradera y el valor se crea y se mantiene a largo plazo”.
El directivo les recuerda a los accionistas y clientes no se deben equivocar pues “la búsqueda justa de rendimientos sigue siendo lo que motiva a los mercados, y la rentabilidad a largo plazo es la medida por la que los mercados determinarán en última instancia el éxito de su compañía”.
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Considera que la pandemia ha impulsado una evolución en el entorno operativo de prácticamente todas las compañías.
“Está cambiando la forma en que las personas trabajan y la forma en que los consumidores compran. Está creando nuevos negocios y destruyendo a otros. En particular, está acelerando radicalmente la forma en que la tecnología está restructurando la vida y los negocios”.
Y es que para Fink, la covid-19 profundizó la erosión de la confianza en las instituciones tradicionales y exacerbó la polarización en muchas sociedades occidentales. “Esta polarización presenta múltiples nuevos desafíos para los CEOs. En este entorno, los hechos por sí mismos suelen estar en disputa, pero las empresas tienen la oportunidad de liderar”.
Dice que la sociedad “no quieren escucharnos, como CEOs, opinar sobre todos los temas del día, pero sí necesitan saber cuál es nuestra posición en los temas sociales intrínsecos al éxito a largo plazo de nuestras compañías”.
Necesitan saber cuál es nuestra posición en los temas sociales intrínsecos al éxito a largo plazo
GOBIERNOS Y EMPRESAS, EN ESTRECHA COLABORACIÓN
Fink considera que los Gobiernos y las compañías deben asegurarse de que las personas sigan teniendo acceso a fuentes de energía confiables y asequibles y reconoció que la desinver- sión en sectores intensivos en carbono “no conseguirá que el mundo llegue a cero emisiones netas”.
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Señala que entregar rendimientos a los accionistas es bueno, pero las empresas deben ser transparentes y a eso deben sumarle prácticas y políticas ambientales, sociales y de gobierno corporativo sólidas. Anunció el lanzamiento de un Centro para Stakeholder Capitalism, foro de investigación, diálogo y debate para explorar a fondo las relaciones entre las compañías y sus stakeholders (grupos de interés) y los accionistas.
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