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Salarios por los que están dispuestos a trabajar los colombianos | Finanzas | Economía

Salarios por los que están dispuestos a trabajar los colombianos | Finanzas | Economía

De llegar a quedarse desempleados, los hombres colombianos que tienen entre 56 y 65 años, están graduados y viven en la región de Bogotá son los que más dinero tendrían que recibir por aceptar una nueva oferta laboral. De no obtener ese precio, seguirían desocupados.

(Así se definen los salarios en las empresas). 

Así se desprende de un estudio elaborado por investigadores del Banco de la República, que analiza cuál es el salario de reserva, es decir, el sueldo a partir del cual una persona estaría dispuesta a trabajar en el caso de estar desocupada.

En el informe se examina cómo afectan características socioeconómicas como el sexo, la edad, el nivel de ingresos, la educación o la región al salario a partir del cual una persona consideraría que vale la pena trabajar.

(Coronavirus llevó a una caída de salarios en todo el mundo). 


Para ello, se tiene en cuenta la información de los trabajadores asalariados de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (Geih) para el periodo 2008-2009.
Los ingresos se dividen en cinco quintiles (cada uno representa el 20 por ciento) y el salario se estableció a precios de 2018.

Este salario de reserva contribuye además a medir variables como la tasa y la duración del desempleo. “Cuando el salario de reserva es más alto que el que ofrecen las empresas aparece un tipo de desempleo que la economía llama voluntario. Depende de múltiples factores, como las características personales, la existencia de subsidios al desempleo, el estado civil, la etapa del ciclo económico en que se esté o el último salario recibido, entre otros”, explicó Dewin Pérez, director del Observatorio del Mercado Laboral de Cartagena y Bolívar.

INGRESOS, GÉNERO Y EDAD 

En el informe se indica que las personas ricas tienen un mayor costo de oportunidad que las de menores recursos, pues a pesar de estar desempleadas trabajarían solo si les ofrecen un salario mayor.

Así, por ejemplo, un trabajador promedio del quintil de ingresos más bajos aceptaría una oferta laboral por 1.869,7 pesos la hora, lo que representa unos 388.000 pesos al mes, mientras que otro de ingresos altos solo se quedaría con ella si le pagaran hasta 12.309,4 pesos, es decir, unos 2,5 millones de pesos mensuales.

Además, el salario de reserva de las mujeres es menor que el de los hombres, es decir, que estas estarían dispuestas a aceptar una oferta por menos dinero en caso de quedar desempleadas. Adicional a ello, tener hijos aumenta el costo de oportunidad a la hora de aceptar cualquier tipo de trabajo.

En este caso, según cálculos del informe, si un hombre que pertenece al 20 por ciento de los que menos ingresos reciben en el país y que gana por hora 2.686,2 pesos perdiera su puesto de trabajo, solo estaría dispuesto a aceptar una nueva oferta si como mínimo le prometen 1.971,3 pesos (unos 410.00 pesos al mes). Si el precio es inferior, no lo aceptaría.

Al contrario, una mujer con hijos, que también tiene ingresos familiares en el quintil más bajo y que gana por hora 2.421,7 pesos, estaría dispuesta a aceptar esa misma oferta por 1.775,0 pesos (unos 369.000 pesos al mes). Es decir, para ellas vale la pena trabajar así sea por un salario más bajo.

Ese mismo ejercicio se puede hacer con el quintil más alto de ingresos. En ese caso, los hombres estarían dispuestos a trabajar solo si les ofrecen 12,544.1 pesos la hora, es decir, unos 2,6 millones de pesos al mes, mientras que las mujeres lo harían por 12.119.5 pesos, es decir, 2,5 millones de pesos mensuales.

En la investigación también se observa que el salario de reserva aumenta con la edad en todos los quintiles. Las personas con menos de 25 años tienen un sueldo de reserva más bajo y los de entre 56 y 65 años tienen el costo de oportunidad más alto.

Según el estudio, la diferencia es mayor en los quintiles altos. Esto podría ser el resultado de que, por ejemplo, para las personas jóvenes adineradas el costo de dejar la escuela es más alto que para un joven pobre que probablemente haya comenzado a trabajar a una edad temprana.

EDUCACIÓN, SECTOR Y REGIÓN 

Respecto al nivel de educación, los universitarios o los que tienen posgrado son los que estarían dispuestos a trabajar por un salario de reserva más alto en el caso de quedar desempleados. Al contrario, los que no tienen estudios o solo cuentan con primaria son los que aceptarían la oferta más baja. Los resultados también muestran salarios de reserva más altos para los hombres en todos los niveles.

Por sectores, el salario de reserva más alto se encuentra en la minería y en el financiero, mientras que en el sector comercio, hotelero y de restaurantes las personas estarían dispuestas a trabajar por menos plata en el caso de quedar desempleados. En el transporte, la agricultura, la construcción y la manufactura también hay un menor costo de oportunidad.

Por ejemplo, un empleado del comercio desempleado, del quintil más bajo, llegaría a aceptar una oferta laboral por 1.584,2 pesos la hora, es decir, 329.500 pesos al mes. Entre tanto, otro del quintil más alto lo aceptaría por 6.113,2 pesos la hora, lo que representa unos 1,2 millones de pesos cada mes.

El estudio también analiza los resultados por regiones. El menor costo de oportunidad varía. Por ejemplo, para los quintiles 1, 2 y 3, el salario de reserva más bajo se observa en la región del Pacífico y en el Atlántico, mientras que Bogotá exhibe el más alto siempre.

“Estos resultados se producen dada la centralización del sector productivo en Colombia y las carencias en la consolidación regional de la oferta de empleo”, indicó Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Por ejemplo, si a un bogotano del quintil más bajo le ofrecieran un salario de 2.220,8 pesos la hora (461.926 pesos al mes) estaría dispuesto a aceptarlo; en la región central lo tomaría por 2.000,8 pesos la hora (416.166 pesos al mes); o en el oriente por 1.951,1 pesos (405.828 pesos al mes).

CÓMO AFECTA LA COMPETITIVIDAD DE LAS CIUDADES

El informe ‘Estimación del salario de reserva por grupo de ciudades en Colombia: un enfoque de frontera estocástica’ determina el salario de reserva para las 23 ciudades principales. Para ello se usaron cuatro grupos, considerando la clasificación del índice del Consejo Privado de Competitividad de 2020.

En el quintil más bajo se observa que el mayor costo de oportunidad lo tienen en Medellín, seguido de Tunja, Bucaramanga y Bogotá.

Sin embargo, en el 20 por ciento de los mayores ingresos de la población, los salarios de reserva más altos se encuentran en Quibdó, Riohacha, Pasto, Florencia y Bogotá. Por ello, se encontró que las ciudades más productivas presentan salarios de reserva más altos. Sin embargo, no ocurre igual en la parte superior de la distribución.

ECONOMÍA Y NEGOCIOS

Fuente de la Noticia

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