‘Seguramente vendrán más bonos a 20 y 25 años’ | Economía

Esta semana el Gobierno Nacional apostó por una emisión de Títulos de Tesorería (TES) a 30 años, lo que los convierte en los bonos más longevos que ha lanzado el país.

(Lea: Mercado ve con buenos ojos la emisión a 30 años)

El director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, César Augusto Arias, explicó el porqué de esta decisión y los efectos que se esperan, y reveló también que para completar la meta de colocación de $27,5 billones, seguirán apostando por títulos de largo plazo.

(Lea: Colombia amplía perfil de deuda: TES a 30 años)

¿Por qué se decidió hacer una emisión de bonos a 30 años?

Teníamos dos grandes objetivos cuando realizamos esta emisión. El primero, garantizar el financiamiento que requiere el país para cubrir las necesidades de la emergencia sanitaria, que merma los ingresos tributarios. Antes de ir al mercado, al principio de la semana, habíamos avanzado 75% en nuestra meta de colocación en TES, que para 2020 son $27,5 billones. Con la subasta, el avance pasa a 94% de la meta.

El año pasado emitimos un bono a 15 años, a una tasa de 7,25%, un año después lanzamos uno a 30 años, el doble de plazo, pero con la misma tasa de interés.

El segundo objetivo es contribuir al desarrollo del fondeo en Colombia a largo plazo. Al extender la curva de referencia de 15 a 30 años, queremos contribuir al desarrollo de todos los mercados que operan a con mayor vencimiento, como las hipotecas, inversiones en pensiones, del mercado de seguros y la infraestructura.

¿Qué tanto apetito hay por los bonos de Colombia?

Colombia tiene acceso privilegiado a los mercados nacionales e internacionales. Este año el país ha hecho dos colocaciones en los mercados globales, una en enero, por alrededor de US$1.350 millones, y otra en junio, por US$2.500 millones. Lo que pasó ahora es histórico, pues somos el primer emergente que hace una colocación local en su moneda, a través de las mejores prácticas externas.

Esto se llama construcción de libro, es un poco diferente a las subastas de cada semana. Ofrecemos un título a los inversionistas, recibimos sus ofertas, y según la demanda asignamos los montos de colocación y tasas.

La respuesta que tuvimos el miércoles fue contundente, en el momento pico de demanda los inversionistas pusieron órdenes de compra por $9,4 billones, más o menos US$2.500 millones. Esa confianza nos permitió tomar cerca de la mitad de esos recursos, $4,8 billones, y llevarlo a una tasa menor y un plazo más largo.

¿Se está revisando superar la meta de colocación?

El éxito que tuvimos en la colocación nos va a motivar a repensar cómo terminamos la estrategia de fondeo local por los próximos meses del año, y hay varias opciones. Uno de los principios que vamos a perseguir es poder sustituir esas fuentes de financiamiento, entre más podamos acceder a pesos vs. dólares, es mejor porque se mitiga el riesgo cambiario. Estamos considerando continuar el proceso de emisión local.

¿Se está pensando en bonos con mayor longevidad?

En este momento no queremos ir más allá de 30 años, pero sí buscamos completar la tarea pendiente. Debíamos tener tres curvas homogéneas: en dólares, de cero a 30, que está completo; en UVR, que está de cero a 30 también. Ahora logramos desarrollar la curva en pesos en tasa fija de cero a 30 años, pero todavía tenemos un espacio del año 15 al 30.

¿Cómo serán los bonos que completen la meta de este año?

Vamos a tener bonos en los próximos meses y años entre 15 y 30 años, seguramente vendrán bonos a 20 y 25, que completarán esa curva de rendimientos y ayudarán a dar esas referencias de precios que se utilizan en los demás mercados del país. Nos vamos a abocar a la tarea de completar ese tramo.

Tenemos dos grandes proyectos, en UVR llegar a una curva más homogénea, que queremos dejar en referencias más líquidas, y en la de tasa fija, reforzar ese segmento.

¿Cómo vemos la deuda pública con relación al PIB?

En todo el mundo ha habido una ampliación de la deuda pública, y Colombia está muy en línea con ese incremento que se está dando en los mercados emergentes. Estimamos que pasaremos de un nivel de 50 puntos del PIB en 2019 a alrededor 65 puntos del PIB en 2020.

La primera medida para estabilizar y empezar a bajar la deuda es que la economía crezca más y de manera acelerada; la segunda es volviendo paulatinamente a una trayectoria de consolidación fiscal, eso se hace con mayores ingresos y un manejo muy controlado de los gastos. No es el caso de 2020, pero será el de 2021, donde tenemos la meta de bajar el déficit de 8,2% a 5,1% del PIB, y en 2022, cuando tendremos que ajustarnos a las metas incorporadas en el marco de la regla fiscal, por el orden de los 2,5% del PIB.

Laura Lucía Becerra Elejalde
@LauraB_Elejalde

Fuente de la Noticia

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