Julio 26, 2020 – 06:48 p. m.
Por:
Elpais.com.co
Campeón se escribe con C, tal y como el apellido Cuadrado, una diminuta, pero muy útil coincidencia para hacerle honor a los nueve títulos conquistados por el futbolista colombiano con la Juventus de Italia, dueña absoluta una vez más —por novena vez consecutiva— de la Serie A luego de derrotar por 2-0 a la Sampdoria, el domingo en su estadio, por la fecha 36 del torneo.
A la Juventus llegó Juan Guillermo en agosto del 2015, directamente desde la fría Londres, la ciudad de cielos grises y ventanas empañadas donde sus gambetas no tuvieron cabida.
El volante antioqueño, en su regreso a Italia —ya había jugado en Udinese, Lecce y Fiorentina— no solo requería minutos, necesitaba, como nunca, volver a creer.
Millones de euros rondaban —y rondan todavía— en el equipo más ganador y con mejor nómina del Calcio, pero incluso así, poco a poco, Cuadrado se fue ganando un espacio no solo en el esquema de la ‘Vecchia Signora’, sino también en el corazón del hincha, enamorado de ver su habilidad con el balón en un campeonato donde la táctica es una camisa de fuerza a veces imposible de soltar.
Merecía eso, Juan Guillermo, un fútbol donde el lujo ocasional fuera aplaudido y no castigado como en la Premier, ese torneo frenético en donde lleva las de perder quien se tome un segundo de más para ser atrevido y pensar o inventar.
Pero no resultó fácil el camino para lograr esa vitrina de trofeo alabados ahora por todos —Cinco Serie A, tres Copa Italia y una Supercopa—.
En esa primera temporada (2015-2016) Cuadrado no jugó tanto, más bien, empezó a mejorar en el aspecto defensivo, esa faceta determinante para su técnico, Massimilano Allegri, clave para lograr uno de los mayores deseos de los hinchas y del mismo Cuadrado: el desembolso de más de 20 millones de euros de la Juve hacia el Chelsea para quedarse con el pase del colombiano.
Empezó a permutar, entonces, Juan Guillermo, para hacerse un inamovible en la titular con la Juve. Trabajó como lateral —posición ocupada en su debut en el 2008 en el Medellín—, como volante interior, como extremo e, incluso como falso nueve.
Eso lo preparó para, en la presente campaña, volverse el futbolista más útil para el entrenador Maurizio Sarri, quien ha creído en sus condiciones tanto como su familia.
“La gente siempre hablaba de un montón de nombres, de lo difícil de darle continuidad a Cuadrado, pero el espacio en el equipo me lo he ganado con trabajo, dedicación y la confianza brindada por todos”, aseguró el polifuncional, hace poco, en una entrevista con el canal RCN.
Óptimo nivel el comenzado a mostrar por Juan Guillermo durante toda la temporada, en donde, hasta ayer, y a falta de dos partidos, había sumado 2561 minutos, una cifra muy superior a la de la campaña 2016-2017, donde había contabilizado 2099; y abismalmente suprema a los 1223, 1358 y 1708 de los otros tres campeonatos.
“Lo de Cuadrado es maravilloso, es un futbolista totalmente funcional, un jugador extraordinario con números impresionantes”, sostuvo, recientemente, Carlos Antonio Vélez, reconocido analista de fútbol colombiano.
No hay duda. La Juve le hizo bien a la vida del quizá —junto a Duván Zapata, también en la Serie A— mejor futbolista colombiano del momento.
Y su contraprestación, no menos sencilla, por si acaso, ha sido la del compromiso de cumplir con esa función vital en Italia de ser un bastión defensivo para así, cuando el campo, la pelota y el destino lo permiten, volver a encarnar el papel de ese tipo atrevido y con inventiva de poeta, capaz de conquistar con versos redondos a los hinchas y a esa ‘vieja señora’ llamada Juventus.