La semana pasada se dieron cita en la Unidad Administrativa Especial Cuerpo de Bomberos Oficiales de Dosquebradas, los delegados de otras entidades bomberiles para capacitarse en cumplimiento la Ley 1575 de 2012, que habla sobre obligatoriedad de hacer las inspecciones de seguridad humana en los establecimientos industriales y comerciales de cada jurisdicción.
La teniente Lina María Marín explicó que “este proceso educativo se trajo al Municipio Industrial dado que el teniente Ocampo, subcomandante de la Estación anfitriona, también hace parte de la Mesa Técnica de Inspección en Seguridad, con el propósito de incluir a los otros representantes de bomberos del departamento para fortalecerse en conjunto, bajo la mirada de la Unidad Departamental de Gestión del Riesgo”.
Los comerciantes y las notorias asistentes
El éxito de este curso radicó en la charla que se hizo previamente con los empresarios representados por Jhon Jairo Jiménez, presidente de la Cámara de Comercio de Dosquebradas, así como con la participación de la Curaduría. Pero algo más se destacó en este ejercicio: “Afortunadamente tuvimos la representación de varias mujeres provenientes de los cuerpos de bomberos de La Celia, Pereira, Santa Rosa, Manizales y Dosquebradas, yo estaba allí también”, dijo Marín.
Este grupo de femeninas hizo que la historia girara en torno a su rol, complejidades y realidades de ser una mujer bombero, sobre esa característica en una profesión de alto riesgo y hasta ruda podría calificarse, el papel que juegan las chicas es aún más relevante. La invitación era para las personas que dentro de cada grupo de bomberos hacen inspección de seguridad en cada uno de los municipios.
“Afortunadamente tenemos mujeres que ya están llegando a esas instancias significativas, toda vez que ha sido difícil llegar a dichas posiciones en la parte bomberil, pero hoy con el componente de equidad de género se ha logrado que aunque la proporción todavía es baja, seguimos dándole y aprovechando las oportunidades que nos da el Sistema Nacional”, puntualizó la teniente Marín.
Una mujer en una familia especial
La llegada de las mujeres a los bomberos se hace un poco complicada, porque la mayoría de nóminas ya están completas y también porque son pocas las mujeres que llegan para hacer los cursos. Pero entre este panorama, la historia de la sargento Jazmín Lorena Castañeda, quien lleva 22 años en el Cuerpo de Bomberos Voluntarios La Celia y está como subcomandante se hace digna de mostrar.
A los 18 años entró al grupo de héroes que su padre había fundado el 16 de abril de 1977, el mismo al que sus dos hermanos entraron a conformar desde antes de ser mayores de edad. Es una familia de bomberos, su hermana también hizo parte del grupo en algún momento, pero la maternidad finalmente le ganó la partida y “abandonó las filas”, como lo explica esta protagonista.
Jazmín Castañeda es una de las heroínas en La Celia.Gajes de una profesión peligrosa
Jazmín, no tiene hijos biológicos, pero se hizo cargo de un sobrino que ahora a sus 14 años recibe las instrucciones teóricas, ya es la tercera generación de la profesión familiar, su padre ya se encuentra jubilado por los bomberos y los hermanos sí están activos. La madre ha sido el complemento perfecto en el clan dadas las extensas jornadas en las que conocen la hora de entrada más no la de salida.
“Mi mamá sabe si vamos a llegar o nos tenemos que quedar trabajando, según el sirenazo que se oye en todo el pueblo”, comenta Castañeda. Lo mismo refiere cuando se le pregunta si en las fechas especiales es la madre quien se va para la estación al estar todos allá y le da risa. “No tanto eso, sino que sobre todo el 31 de diciembre o primero de enero, no falta el incidente, entonces tenemos el cuerpo en la casa, pero la mente en la Estación sabiendo que en cualquier momento nos llaman”.
Ella es la única operativa en el grupo de 16 bomberos de su municipio, porque la otra mujer hizo parte del grupo fundador y solo hace labor administrativa. Sobre las emergencias mencionó que La Celia era muy pasivo, hasta la entrada fuerte del turismo, por esta razón pasaron de 250 atenciones al año a 700 y como es un municipio más rural que urbano, cuando se presenta la temporada de lluvias se les incrementa el trabajo. “Una mujer bombero traga humo igual que sus compañeros, vibra con el agradecimiento de la comunidad lo mismo que ellos y se entristece mucho cuando no se puede salvar la vida o pierden todos los enseres”, finalizó la sargento Castañeda.
Cifra
150 mujeres tienen a su cargo diferentes comandancias de bomberos en el país. En Dosquebradas aún son pocas, solo tres incluyendo a la teniente.
Dato
Los bomberos que hicieron el curso de Inspección están capacitados para exigir el cumplimiento de la normatividad vigente después de 2010, la NSR10, pero si la empresa estuvo constituída antes será la norma NSR98.
