GRANTHAM, Inglaterra (Reuters) – El exministro de finanzas británico Rishi Sunak, uno de los dos candidatos restantes para convertirse en el próximo primer ministro británico, se describió el sábado a sí mismo como el perdedor en la contienda.
La renuncia de Sunak ayudó a desencadenar una revuelta en la que el primer ministro Boris Johnson accedió a renunciar después de una serie de escándalos. Los miembros del gobernante Partido Conservador votarán por un sucesor durante el verano, y el anuncio se realizará el 5 de septiembre.
Sunak lideró todas las rondas de votación entre los legisladores del Partido Conservador para reducir el campo a dos candidatos.
Pero es la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, quien parece haber ganado la ventaja hasta ahora entre los 200.000 miembros del partido gobernante que finalmente elegirán al ganador.
Truss tenía una ventaja de 24 puntos sobre Sunak en una encuesta de miembros del Partido Conservador de YouGov publicada el jueves.
«No tengan ninguna duda, soy el perdedor», dijo Sunak en un discurso en Grantham, en el centro de Inglaterra, el lugar de nacimiento de la ex primera ministra Margaret Thatcher.
Truss sería solo la tercera mujer primera ministra de Gran Bretaña después de Thatcher y Theresa May, mientras que Sunak sería la primera líder de origen indio del país.
«Las fuerzas que existen quieren que esto sea una coronación para el otro candidato, pero creo que los miembros quieren elegir y están preparados para escuchar», dijo.
Hasta ahora, la atención se ha centrado en las promesas o no promesas de reducción de impuestos, en un momento en que muchas personas están luchando, junto con el gasto en defensa y la política energética.
En su discurso, Sunak expuso sus credenciales thatcherianas y prometió una gestión cuidadosa de la economía antes de los recortes de impuestos. Criticó como arbitraria la promesa de Truss de aumentar el gasto en defensa al 3% del PIB para 2030.
En una entrevista para el periódico Times del sábado, Sunak dijo que pondría al gobierno en una situación de crisis al asumir el cargo.
(Reporte de James Davey; edición de Jason Neely)