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SoyMomo: la irrupción de tecnología enfocada en niños y niñas

Duna

El cierre de un emprendimiento y las ganas de ser parte importante del desarrollo de su sobrina, motivaron a Aníbal Madrid a crear una empresa de dispositivos electrónicos pensados para niños y así dar vida a SoyMomo. El ingeniero civil eléctrico y actual CEO del startup, con la incredulidad de su círculo más cercano a que pudiera desarrollar tecnológica desde cero en Chile, junto a un compañero del negocio anterior, trabajaron en crear un dispositivo que permitiera a los menores de edad a llamar a alguno de sus cuidadores y estos supieran donde estaban.

Al principio la idea de un celular no satisfacía, ya que, al ser pensados para menores de edad, Aníbal creía que era fácil de que se rompieran, así que el objetivo era crear una especie de reloj inteligente.

Sin embargo, el prototipo era un dispositivo casi cuatro veces más grande que un reloj tradicional y las recomendaciones de gente especializada en el tema tampoco eran alentadoras. “Busqué electrónicos especializados en Chile y todo el mundo me dijo que era imposible hacer un reloj para niños chicos. Así que llegué a la casa de mi papá y le dije que hasta aquí no más llegué”.

Pero tras una conversación con su padre y las recomendaciones de una amiga de la familia, el próximo camino era partir a shenzhen, considerada una de las capitales de la tecnología en China y el mundo.

Así que esa misma noche compró pasajes y se fue a vivir por cerca de un mes al gigante asiático. “Inventé que era el representante de una empresa grande de tecnologías en Chile que distribuía a toda Latinoamérica y que tenía este proyecto pequeño”, recuerda Aníbal sobre su estrategia para encontrar alguien que pudiera fabricar los dispositivos a un tamaño adecuado.

Tras varios encuentros, la startup logró encontrar a su proveedor y para noviembre de 2016, SoyMomo ya tenía 1.000 unidades para comercializar en Chile. Todo el proceso, que comenzó en el living de la casa de la mamá de Aníbal, contó con fondos que le había dejado el emprendimiento anterior, un fondo de Corfo y una ronda de inversión entre familiares, logrando así casi $100 millones de capital inicial.

“No teníamos presupuesto de marketing, no sabíamos si los productos iban a venir bien de China, teníamos el servidor y la aplicación que no funcionaba muy bien al principio. De hecho, casi todos los primeros dispositivos tuvieron problemas y fuimos persona a persona solucionando los errores. No tenía plata para nada y muchas interrogantes”, recuerda Aníbal.

Pero su primer producto se vendió bien durante la primera etapa y así comenzó un camino donde se sumaron nuevas versiones del reloj inteligente, tablets y audífonos.

SoyMomo durante el 2019 logró ventas por US$ 2 millones y para este proyectan cerca de US$4 millones pese a la crisis económica que generó la pandemia. De hecho, para la última celebración del Día del Niño, la startup cuadruplicó la demanda con respecto a la misma fecha durante el año pasado.

Sobre donde se comercializan los productos, al principio eran por medio de publicidad de Facebook. Mientras que, desde 2017, la startup comenzó a entrar al retail y hoy aseguran estar en todas las principales cadenas del rubro. “A la semana ya habían vendido las primeras 1.000 unidades y pedían más”, recuerda Aníbal.

La startup hoy tiene presencia en Chile y, en 2018, su expansión siguió en España y después Alemania. “Cuando crecimos con el reloj no teníamos nada de competencia en América Latina y en Europa sí había. Nosotros sabíamos que éramos mejores que ellos, pero que si lograban posicionarse sería imposible para nosotros entrar al mercado europeo”, destaca Aníbal, quien dice que aquella competencia en el Viejo Continente quebró. Además, ese mismo año de su salto internacional, la empresa logró registrar ganancias.

Hoy los planes son expandirse a Perú y México, pero la pandemia obligó a postergar ese salto. Así, para el próximo año, se proyectan llegar a suelo peruano, mexicano, colombiano y británico. Para esta tarea, piensan invertir cerca de US$1 millón, financiado por medio de capital propio y créditos con los bancos.

Ante este escenario, la crisis sanitaria no significó un golpe para sus operaciones, que hoy se componen de 30 personas en Chile y 6 en Europa.

SoyMomo en casi su totalidad es propiedad de Aníbal y una menor parte sus familiares que aportaron en la etapa inicial. Sin embargo, comenta que “hay un par de gigantes electrónicos en EEUU con los que estamos conversando, pero es para entrar a la propiedad como inversionista”.

Sobre por qué creen que la empresa que tiene su nombre basado en un cuento infantil alemán, ha tenido éxito, Aníbal dice que se debe a que se está cubriendo un nicho que nadie ha podido solucionar bien y solo se ha limitado a adaptar productos pensado para adultos.



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