Spring/Break siempre ha logrado con facilidad aquello con lo que muchas galerías y las llamadas ferias satélite a menudo luchan cuando un equipo gigantesco como Frieze llega a la ciudad: se destaca. Y lo hace sin el menor indicio de que se estaban esforzando por hacerlo. Pero, en cierto modo, ese es el propósito de Spring/Break.
En Nueva York, Spring/Break tiene la reputación de ser exagerado y, para algunos, abrumador (un punto que uno de sus fundadores, Andrew Gori, comparte con una sonrisa). Este año marca la cuarta edición de la feria en Los Ángeles y el ambiente fue decididamente de la costa oeste: Chet Baker a John Coltrane de la edición de Nueva York.
El espectáculo se llevó a cabo por segundo año en Skylight Culver City, un espacio de mediados de siglo de 21,000 pies cuadrados que brinda a los participantes y a la obra de arte la oportunidad de respirar. Pero, no se preocupe, la atmósfera fresca no quitó la reputación de excentricidad de Spring/Break.