La policía ha revelado los extremos repugnantes y potencialmente mortales a los que supuestamente llegó una mujer extranjera para contrabandear casi 1 kg de cocaína a Australia.
Una mujer austriaca fue acusada el domingo por la Policía Federal Australiana (AFP) después de que presuntamente la arrestaran ocultando una droga ilegal en su cuerpo.
La policía alega que la mujer, de 27 años, ingirió 124 pastillas llenas de cocaína antes de viajar a Perth.
Se alega que excretó ocho de las píldoras y las tragó nuevamente durante su viaje a Australia Occidental.
Los oficiales de la Fuerza Fronteriza de Australia detuvieron a la mujer cuando llegó al Aeropuerto Internacional de Perth el 11 de febrero y examinaron sus maletas.
Refirieron a la joven de 27 años a la AFP cuando sospecharon que la mujer ocultaba drogas ilegales.
La escoltaron al Royal Perth Hospital, donde supuestamente excretó 124 gránulos durante dos días.
La ciudadana austriaca fue dada de alta el 13 de febrero después de que los escáneres mostraran que no escondía más drogas dentro de su cuerpo.
Fue acusada de importar una cantidad comercializable de cocaína, un delito que conlleva una pena máxima de 25 años de cárcel.
La joven de 27 años permanecerá tras las rejas en prisión preventiva hasta que comparezca ante el tribunal el 10 de marzo.
Ella fue la tercera persona acusada en los últimos dos meses por la supuesta importación de drogas ocultas internamente.
Un irlandés fue acusado en diciembre del año pasado después de que la policía alegara que importó 120 g de cocaína dentro de seis cápsulas Kinder Sorpresa que estaban escondidas en su cuerpo.
Unos días después, arrestaron a un portugués cuando supuestamente ocultó 1,6 kg de cocaína internamente durante su vuelo a Sydney.
La comandante de AFP, Kate Ferry, dijo que era preocupante ver una tendencia de tres supuestas importaciones internas en solo ocho semanas.
“Cualquiera que intente mover drogas a través de las fronteras ocultas dentro de sus cuerpos no solo corre el riesgo de una pena de prisión sustancial, sino también de una sobredosis de drogas potencialmente fatal o daño permanente a sus órganos internos”, dijo.
“Las fotografías de los gránulos de drogas incautados después de haber sido excretados también deberían resaltar a los usuarios de drogas la repugnante realidad de cómo se transportan estas sustancias ilícitas en todo el mundo”.