«Mi amigo me preguntó, ¿por qué no cantas buenas canciones en chino?», dijo Peng al recibir el premio en Taipei. «No creo que deba haber restricciones de idioma para cantar».
Cheng, hablando en mandarín, agradeció al idioma taiwanés por «enseñarme a inclinar la cabeza y reducir la velocidad».
En la categoría de lengua indígena, los cantantes paiwan Kasiwa y Matzka rapearon y cantaron en su lengua materna, y Kasiwa obtuvo el prestigioso premio del jurado.
Si bien Taiwán tiene solo 23 millones de habitantes, su escena musical tiene una gran influencia en el mundo de habla china, en parte debido a la creatividad que no se ve obstaculizada por la censura.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, escribió en sus páginas de Facebook e Instagram que en el espectáculo el amor por la música había «eliminado las fronteras lingüísticas entre los diferentes grupos étnicos».
«Aquí, no importa el idioma que todos usen – taiwanés, hakka, lenguas indígenas, mandarín, inglés y japonés – todos pueden cantar libremente, lo que también nos une».
La reina disco Ouyang Fei Fei, una de las dos ganadoras del premio a la contribución especial y tan famosa por su gran cabello como por su gran voz, se abrió paso en Japón en la década de 1970 cantando en japonés.
«Cantar y actuar siempre ha sido mi sueño. Si puedo, continuaré cantando y nunca me rendiré», dijo Ouyang, ahora de 73 años, a la audiencia.
