Por Guadalupe Romero
Las malas noticias son para el turismo de reuniones, “evidentemente, los segmentos en los que se trabaja con grandes números de personas, como son las convenciones y todas las demás actividades de este segmento van a tardar más por las reglamentaciones y los protocolos, avanzarán más despacio”, advirtió Manuel Butler, director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo.
Se trata, para México del turismo de reuniones y convenciones que equivale a 1.8 por ciento del producto interno bruto del país y aporta a la economía un valor de mercado de 35 mil millones de dólares hasta antes de la pandemia Covid-19 y la sustitución de estos encuentros personales con aplicaciones tecnológicas.
Butler además mencionó que la tecnología que hoy, en medio de la crisis, se ha convertido en una práctica común: las video conferencias van contra las citas presenciales.
La tecnología resultará en una merma para este segmento, aunque en el futuro se seguirán practicando, pues tampoco sustituirán las reuniones de negocios o los congresos, ya que la relación entre personas, frente a frente, seguirá siendo básica. “Falta tiempo para saberlo, pero ya veremos si la necesidad de los encuentros vivenciales logra vencer a la posibilidad de economizar dinero y tiempo”, explicó Butlet.
Este turismo de encuentros de negocios genera más de 900 mil empleos directos e indirectos, y organiza al año unos 266 mil eventos con una ocupación de alrededor de 30 millones de habitaciones de noche, según datos del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones.
A corto plazo, las convenciones, reuniones corporativas o de negocios, congresos de asociaciones, ferias, exposiciones comerciales y eventos de incentivo, entre otros, siguen pospuestas. En espera de los recursos que anualmente gastan, de 94 por ciento más en promedio por persona que los turistas vacacionales, según datos de la Secretaría de Turismo (Sectur).
El World Meetings Forum calcula que un turista solo de placer gasta un promedio de 300 dólares por noche. Mientras, un turista de negocios o reuniones gasta hasta 800 dólares por noche. Por ejemplo, para Los Cabos, Baja California Sur, este nicho contribuye con más de 6.8 por ciento del PIB de la entidad, donde se realizan más de 6 mil 500 reuniones con una asistencia de 300 mil participantes. Lo que representa el 14 por ciento del total de los visitantes al destino.
Para Torreón, Coahuila, las reuniones y convenciones generan una derrama económica con alrededor de 160 mil millones de pesos.
Otro de los destinos es San Miguel Allende, Guanajuato que tiene 73 hoteles para este tipo de turismo y mil 716 habitaciones. Salvador de Anda, director de turismo de Reuniones de San Miguel Allende, dice que el sitio ofrece para el segmento de reuniones 17 hoteles para atender a estos turistas.
La International Congress & Convention Association refiere que México ocupa el lugar 24 de una lista de naciones que atraen este negocio por el número de reuniones que tiene la capacidad de albergar.
Los especialistas del sector señalan que las reuniones y convenciones tiene un doble reto en la oferta turística, demostrar la sanidad y el seguimiento de los protocolos para la reactivación, y reinventarse con nuevas atracciones para los que busquen estos encuentros personales y la tecnología no les sea suficiente. En Europa ya se piensa en ofertas que incluyan experiencias únicas como la apertura de monumentos y joyas históricas que enmarquen los encuentros y que son muy difíciles de obtener a través de una experiencia virtual.
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