BEIJING: El gigante tecnológico chino Tencent dijo el lunes (16 de enero) que había despedido a más de cien empleados por violar las políticas de la empresa, y algunos fueron remitidos a la policía y luego declarados culpables de soborno y malversación de fondos.
La empresa que cotiza en Hong Kong es el principal fabricante de videojuegos del mundo y propietaria de la popular súper aplicación WeChat, pero ha tenido problemas bajo una amplia represión regulatoria en el sector tecnológico de China iniciada a fines de 2020.
En un comunicado, la firma, que en noviembre registró su segunda caída trimestral consecutiva en los ingresos, dijo que había encontrado a más de 100 empleados culpables de violar su política antifraude.
Más de 10 fueron transferidos al órgano de seguridad pública de China, agregó.
«En respuesta a los problemas de corrupción y fraude dentro de la empresa, el Departamento de Investigación Antifraude de Tencent continuó fortaleciendo su represión e investigó y abordó una serie de violaciones con problemas comunes», dijo la firma.
“La cantidad de casos y personal investigado y tratado a lo largo de 2022 ha aumentado en comparación con 2021”, agregó.
Se descubrió que los acusados malversaron fondos de la compañía y aceptaron sobornos, agregó, con un número remitido a la policía y algunos declarados culpables en los tribunales.
Varios de los despedidos y acusados de corrupción formaban parte del brazo PCG de la empresa, que supervisa su enorme producción de contenido, desde noticias hasta deportes y películas.
Pero también abarcan otros negocios de Tencent, incluida la computación en la nube y fintech.
En particular, un empleado fue declarado culpable de «aceptar sobornos de empleados no estatales» y sentenciado a tres años de cárcel, dijo la compañía.
El director ejecutivo de la empresa, Pony Ma, dijo en una reunión interna del personal el mes pasado que el nivel de corrupción en la empresa era «impactante», informaron los medios estatales.
Tencent se ha visto muy afectada por la represión regulatoria de los videojuegos por parte de Beijing, en la que cientos de empresas se comprometieron a eliminar el contenido «políticamente dañino» de sus productos y aplicar restricciones a los jugadores menores de edad para cumplir con las demandas del gobierno.
Pero la firma ha mostrado signos de reactivación, con el precio de sus acciones casi duplicándose en Hong Kong desde el 28 de octubre, cuando alcanzó un mínimo no visto desde 2017.
A la empresa también se le otorgó el mes pasado su primera licencia para un videojuego en 18 meses, poniendo fin a un período de sequía que había obstaculizado las ganancias del principal fabricante de juegos del mundo.