Pero a medida que el perfil de Paper ha aumentado, parte de lo que hizo que el proyecto fuera tan especial se ha perdido lamentablemente en el camino. Desde 2016 ¡Tiempo de toon crudo!, Paper ha cambiado lentamente sus teclados de valle inquietante y cajas de ritmos de tic-tac por una configuración de banda completa más optimizada, graduándose en la lista de Stones Throw en el proceso. Sus dos primeros discos para el sello, Como un bebe y Abracadabra, sonaba como Jerry Paper de alta definición, pero esas ganancias en fidelidad se produjeron a costa de la originalidad: la composición de canciones excesivamente suave no sonaba muy diferente del indiferente chill-dude-core que escucharías de los gustos de Homeshake o Mild Alto Club. Para un artista que hasta entonces se había destacado por inventar su propio libro de reglas, estos discos parecían un caso desafortunado de intentar encajar con la multitud.
El concepto de autorrealización está al frente y al centro en todo Tiempo libre, desde el momento en que “Kno Me” enciende el álbum con la canción más abiertamente glam-rock de Paper hasta el momento. Con su gruñido al estilo de Elvis Costello y resoplidos de guitarras, la canción relata la primera vez que Paper decidió salir de casa con un vestido, su coro instantáneamente tarareable captura el desafío ansioso que surge al tener que preocuparse de si el cajero de Ralph’s hará un comentario incómodo sobre tu esmalte de uñas o no. Esta energía cargada se manifiesta de innumerables maneras a lo largo Tiempo libre. En “DREEMSCENES”, Paper ofrece su tributo a la música house, un género que durante mucho tiempo ha actuado como un bastión de la aceptación queer, en un entrenamiento de jazz cósmico completo con vocoder y un solo de saxofón absurdamente aullador.