Redacción
Varios trabajadores de la oficina de correos de Sudáfrica están conmocionados después de recibir cuantiosas facturas de asistencia médica sin pagar, sin lo que dicen fue una advertencia o una explicación adecuada.
Se alega que Correos no pagó su Plan de Asistencia Médica, MEDIPOS, durante meses.
Los sindicatos de trabajadores piden la intervención del Estado. La Oficina de Correos está buscando una inyección de efectivo de R1.6 mil millones del Tesoro Nacional.
Muchos trabajadores temen quedarse pronto sin cobertura médica. La empleada de correos Karabo Ndala comparte su frustración.
“No estamos seguros de nuestro futuro. Se hacen deducciones de nuestros salarios pero la empresa no está pagando MEDIPOS. Nos estamos hundiendo porque en una necesidad diaria hasta nos quedamos sin papel. Un Typek normal que estamos necesitando. Tuvimos que sacarlo de nuestro bolsillo”.
Las elevadas facturas de asistencia médica se producen porque los trabajadores no han recibido ningún aumento en dos años.
Si bien la Oficina de Correos se mostró reacia a responder a las consultas, los sindicatos están escupiendo fuego.
Levy Zwane del Sindicato de Correos y Comunicaciones (DEPACU) dice: “El problema de la asistencia médica es que los esquemas médicos les han estado dando a los trabajadores cartas de que si los miembros no pagan, la cobertura se suspenderá a partir de octubre. Lo vemos como una preocupación seria porque la mayoría de los empleados de SAPO viven con condiciones crónicas para las cuales necesitan medicación y consideración de salud”.
Aubrey Tshabalala del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU)‚ culpa a la junta actual por la situación prevaleciente.
“Estamos siendo informados sobre los desafíos relacionados con las finanzas de la Oficina de Correos, pero no se nos toma en confianza. Hay una serie de cosas que han sucedido bajo esta junta actual, como deducciones de salarios para planes médicos y otras cosas, pero de hecho ese dinero no se destinó a los proveedores de servicios”.
La oficina de correos está plagada de desafíos. Muchas Oficinas de Correos no se mantienen, comprometiendo la calidad de los servicios prestados.
Los adultos mayores dependen en gran medida de estos servicios y están preocupados.
Tomas Motau de Mamelodi es un residente preocupado por el futuro de la organización.
En la vecina Eersterust, los residentes dicen que están muy molestos por el cierre de la oficina de correos.
Muchas otras sucursales también están cerrando sus puertas en medio de las graves limitaciones financieras.
Los sindicatos dicen que las facturas de asistencia médica impagas que se envían a los trabajadores son una prueba de la gravedad de la situación.
