COLOMBO: Los trabajadores de Sri Lanka se declararon en huelga el miércoles (1 de marzo) desafiando la prohibición del gobierno de protestar contra un plan de rescate para la nación insular en bancarrota, lo que obligó al cierre de hospitales, bancos y puertos.
El presidente Ranil Wickremesinghe se enfrenta a una reacción negativa del público por las fuertes subidas de impuestos y los recortes de gastos impuestos para asegurar el rescate del Fondo Monetario Internacional que tanto se necesita.
Alrededor de 40 sindicatos, incluido el personal de hospitales del gobierno y empleados bancarios, convocaron paros laborales.
Los médicos del Hospital Nacional de Sri Lanka en Colombo dijeron que solo se estaban tratando casos de emergencia, mientras que las citas se cancelaron en clínicas y hospitales privados.
Los trabajadores de la electricidad y los cajeros bancarios también estaban en huelga, mientras que los trabajadores portuarios realizaron protestas a la hora del almuerzo en el puerto de la capital.
Wickremesinghe usó sus poderes ejecutivos el martes para prohibir efectivamente las huelgas al obligar a los «servicios esenciales» a permanecer en el trabajo, y los trabajadores del gobierno que desafían la orden corren el riesgo de perder sus trabajos.
Los líderes sindicales dijeron que Wickremesinghe les dijo el sábado que no puede reducir los impuestos sobre la renta, ya que era una condición del FMI lanzar un paquete de rescate.
Haritha Aluthge, de la Asociación de Oficiales Médicos del Gobierno, dijo a los periodistas en Colombo que su sindicato planeaba continuar con la huelga.
“Una protesta simbólica de un día no va a influir en las autoridades”, dijo. «Tendremos que tomar medidas más fuertes».