‘Trabajamos en la profesionalización de los avaluadores’ | Economía

Los avalúos son un elemento fundamental dentro de muchas negociaciones y sectores, porque permiten determinar, de forma técnica, el valor de un bien.

(En mayo vence el plazo para que avaluadores se inscriban al RAA). 

Por este motivo, la Corporación Colombiana Autorreguladora de Avaluadores (Anav), entidad gremial que supervisa a los avaluadores en el país, viene trabajando en fomentar la profesionalización de este oficio. Antonio Salcedo Pizarro, presidente ejecutivo de Anav, explicó a Portafolio los avances que están efectuando en esta tarea.

¿Qué esfuerzos están haciendo para profesionalizar el oficio?

La Comisión Autorreguladora de Avaluadores es una entidad reconocida de autoregulación. Esto quiere decir que los avaluadores nos damos nuestras propias normas de comportamiento, funcionamiento y operación dentro del sector.

(El valor y la protección de los activos de los colombianos). 

Nos regulamos bajo dos elementos, las entidades reconocidas, que somos las responsables de autorregular, y por consiguiente supervisar, controlar y vigilar lo que es la actividad del avaluador, y por su inscripción en el Registro Abierto de Avaluadores (RAA), el único mecanismo que hoy en día acredita la idoneidad de un avaluador.

¿Qué buscan cambiar en la labor del avaluador?

Hay una tradición de mucho tiempo atrás donde cualquier persona da un valor, sin ningún criterio o conocimiento. Hoy la única posibilidad para inscribirse en el RAA es a través de un proceso de formación, el cual puede ser con instituciones de educación para el trabajo, debidamente aprobadas y reconocidas por el Ministerio de Educación.

La actividad valuatoria es un oficio, así lo definió la Corte Constitucional en su sentencia C-385, pero se requiere que se prueben los conocimientos y una debida idoneidad a través de un proceso de formación, que mínimo requiere 700 horas, y el primer nivel son las instituciones de educación para el trabajo.

De ahí en adelante, instituciones tecnológicas, técnicas, pregrados y posgrados, son válidos para procesos de acreditación, porque en el país no existía la formación de avlauador.

¿Cuántos avaluadores hay registrados en este momento?

En este momento hay aproximadamente 4.300 avaluadores debidamente inscritos en el Registro Abierto de Avaluadores.

¿Cuáles retos tiene hoy esta actividad?

Hay un aspecto muy importante, que nos preocupa, que es el condicionamiento. La ley siempre habla de que los avaluadores deben ser independientes y no deben ser designados por ninguna de las partes del conflicto.

Otra preocupación es que este no es un sector que genere empleos estables, hay empresas que contratan avalúos, pero no avaluadores, los servicios son para encargos valuatorios específicos.

Más que una regularización lo que estamos trabajando es una debida profesionalización, que permite una adecuada regularización. Por eso estamos trabajando en la creación del Consejo Técnico de la Actividad Avaluatoria, conformado por técnicos y profesionales de alta experiencia y adecuada formación que dan un concepto e interpretación sobre las normas y disposiciones legales que emite la actividad competente.

¿Ya está funcionando el Consejo Técnico?

No, estamos en el proceso de formación, lo lanzamos a finales de noviembre en nuestro cuarto Congreso Nacional de Avaluadores, y primer encuentro nacional de instituciones de educación para el trabajo, en el que combinamos el tema valuatorio con el educativo.

Lo lanzamos en el Congreso y estamos en el proceso de conformación de la estructura general y en el proceso de postulación de candidatos para participar en este Consejo.

¿En cuáles categorías se pueden hacer avalúos?

La Ley 1673 tiene 13 categorías. Muchas personas relacionan los avalúos con los bienes inmuebles, pero realmente no solo son estos. También hay otros bienes, como las obras de infraestructura, desde grandes obras, como las 4G, hasta inmuebles comerciales, como centros comerciales, colegios, e infraestructura urbana.

De igual manera están los temas de conservación histórica; la maquinaria, todo lo que es el sector industrial se efectúa a través de maquinaria y equipos sujetos de avaluación. Equipos especiales, como barcos o trenes, y tenemos bienes intangibles o inmateriales, como las obras de arte, orfebrería, patrimoniales y similares, incluso los mismos semovientes y animales. Lo que son establecimientos de comercio, y los intangibles, como marcas, patentes empresariales, o derechos deportivos.

También en materia legal, que son los daños emergentes, el lucro cesante, el daño moral, la servidumbre, los derechos patrimoniales, las indemnizaciones, los cálculos compensatorios.

Hay un universo muy amplio. Por ello debemos ser muy exigentes en la formación, que se demuestre que realmente hay conocimiento, no solo general, sino en elementos de derecho, economía, de instrumentos de medición, y de los bienes que se están avaluando, por eso se requiere una formación amplia. Esto es algo nuevo, el mercado todavía no lo ha asimilado.

¿Cuántos avalúos se hacen en el país al año?

No hay una estadística, el sector valuatorio tiene un escaso desarrollo en su caracterización. Hay una que hizo el Sena, pero continúa siendo bastante limitada, más hacia el tipo de avaluadores y cuántos existan, pero en término de desarrollo de cuántos avalúos se hacen en el país, no existe.

Pero podemos hacernos a una idea. Por disposición de la Superintendencia Financiera todos los bienes que son objeto de garantía tienen que tener un avalúo, y ese avalúo tienen que estar actualizado por lo menos cada tres años.

Por eso con la Universidad Nacional iniciamos hace un año conversaciones para hacer un diagnóstico del sector, pero la pandemia nos dejó en stand by. Esperamos retomar estas conversaciones.

Fuente de la Noticia

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