El expresidente Donald Trump, en plena campaña para recuperar la Casa Blanca, sorprendió este domingo al hacer una parada en un McDonald’s a las afueras de Filadelfia. Durante su visita, Trump se puso un delantal y se unió al personal del restaurante cocinando papas fritas y repartiendo pedidos. Sin embargo, lo más llamativo fue su crítica a la vicepresidenta Kamala Harris, a quien acusó de haberse inventado su pasado laboral en la cadena de comida rápida.
Trump aseguró que Harris «nunca trabajó en un McDonald’s» y calificó sus declaraciones sobre su empleo veraniego en 1983 como un intento de mostrarse cercana a las clases trabajadoras. Según Harris, trabajó en un McDonald’s en California durante su juventud para pagar sus estudios universitarios. No obstante, Trump, que es un consumidor habitual de comida rápida y ha sido visto en eventos de McDonald’s durante su mandato, cuestionó la veracidad de esta afirmación sin presentar pruebas.
En respuesta, Ian Sams, portavoz de Harris, afirmó que Trump está mintiendo por desesperación y resaltó que el expresidente no puede entender lo que significa tener un trabajo temporal para financiar los estudios. A pesar de los comentarios de Trump, la cadena McDonald’s ha evitado hacer declaraciones sobre el pasado laboral de la vicepresidenta.
Esta no es la primera vez que Trump difunde teorías sin fundamento sobre sus rivales políticos, recordando su papel en la falsa acusación sobre el lugar de nacimiento del expresidente Barack Obama.