En un combate dominado por él de principio a fin, el británico Tyson Fury derrotó por nocaut técnico en el séptimo asalto al hasta ahora invicto Deontay Wilder y le arrebató el título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea era una de las más esperadas de los últimos años y debía resolver el dramático empate con que concluyó su primer y memorable enfrentamiento catorce meses atrás. Pero la igualdad de aquel combate entre peleadores invictos desapareció la noche del sábado en cuanto sonó el primer campanazo en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Nevada.
Fury rompió los pronósticos dominando con claridad al estadounidense y llevándolo al suelo varias veces en el tercero y el quinto asalto antes de que, en el séptimo, desde su esquina se lanzó la toalla y luego se decretó el nocaut técnico, lo que provocó breves quejas de un Wilder tambaleante y sangrando visiblemente por la oreja izquierda y la boca.
“Sabíamos y no ocultamos que si presionaba con mi ataque a Wilder, el combate estaría bajo mi control, y así sucedió porque no pudo aguantar la presión ni mis golpes”, explicó.
“Diré a todos que el rey ha regresado a la cima del trono”, clamó eufórico el nuevo monarca antes de lanzarse a cantar en solitario varias estrofas de la canción American pie, pidiéndole después al público que lo acompañara.
El peleador británico, de 31 años, comenzó su espectáculo desde la presentación. Del vestuario salió llevado en andas sobre un trono dorado y portando, premonitoriamente, una corona sobre la cabeza.
Fury vuelve a ser campeón luego de perder sus cinturones de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo) y la WBO (Organización Mundial de Boxeo) en el 2016 con el ucraniano Wladimir Klitschko.
Fury solo regresó a los cuadriláteros dos años después tras una batalla contra la depresión y problemas con la bebida y drogas que puso en riesgo su carrera.
La pelea tuvo un desarrollo completamente distinto al del primer capítulo de la saga Fury-Wilder, en diciembre del 2018 en Los Ángeles, cuando fue el estadounidense el que noqueó dos veces al británico, que logró resistir hasta el final.
La expectación ahora se centrará en si se produce una tercera parte del Fury-Wilder o si el británico decide competir con su compatriota Anthony Joshua –poseedor de los cetros de la AMB, WBO e IBF– para la unificación de los reinados de los pesos pesados.
AFP