Jair Bolsonaro tuvo en los últimos días una agenda cargada de eventos y reuniones en contacto cercano con varias figuras políticas y diplomáticas, lo que hace saltar las alarmas tras la confirmación de que el presidente brasileño está infectado de coronavirus.
El último fin de semana, el mandatario participó de un almuerzo con el embajador de Estados Unidos en Brasil, Todd Chapman, como parte de las celebraciones por la independencia estadounidense. La embajada ya confirmó que Chapman será sometido a un test de Covid-19, aunque por el momento no presenta síntomas.
En el almuerzo también estuvieron presentes los ministros de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo; de la Presidencia, Walter Braga Netto; de Defensa, Fernando Azevedo e Silva; y de la Secretaría de Gobierno, Luiz Eduardo Ramos, así como Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario y uno de los principales estrategas políticos de su gestión.
Según las fotos publicadas en redes sociales del encuentro, todos posaron sonrientes, cercanos y sin mascarillas.
El viernes, el presidente, que pertenece a un grupo de riesgo por su edad (65 años) participó de un almuerzo con importantes ejecutivos brasileños, como Luiz Trabuco, del banco Bradesco, y Candido Pinheiro, de la aseguradora HapVida.
Tambièn estuvieron presentes Paulo Skaf, titular de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), Francisco Gomes, CEO del fabricante de aviones Embraer, y Rubens Ometto, uno de los principales empresarios del azúcar.
Durante el fin de semana, el presidente también realizó un sobrevuelo por las áreas afectadas por un ciclón en Santa Catarina y fue recibido en Florianópolis por la vicegobernadora Daniela Reihneh y tres senadores.
El jueves, todavía dentro de la ventana de incubación asintomática, el presidente participó de la cumbre virtual del Mercosur, rodeado de importantes figuras de su gobierno durante varias horas, aunque algunos funcionarios usaron mascarillas durante la reunión.
Este lunes, con la presencia de síntomas, el mandatario canceló sus actividadaes. Antes de esto, vetó otros dos artículos de la ley sobre el uso de mascarillas en lugares públicos para enfrentar la pandemia en Brasil, segundo país en número de muertos y de casos confirmados, después de Estados Unidos.
El líder populista ha desafiado a menudo las directrices locales, como usar mascarillas en público, incluso después de que un juez le ordenó hacerlo a fines de junio. También ha criticado las normas de distancia social respaldadas por la Organización Mundial de la Salud.
Brasil sufre el segundo mayor brote del mundo, después de Estados Unidos. Más de 1,5 millones de personas se han contagiado y 65.000 personas han muerto por el COVID-19 en el país más grande de América Latina.
Bolsonaro había dado negativo por coronavirus después de que varios asesores fueron diagnosticados con la enfermedad tras visitar en marzo el resort Mar-a-Lago, propiedad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
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