Los niveles de plomo en el musgo son hasta 600 veces más altos en los barrios más antiguos de Portland, Oregón, donde alguna vez se utilizaron cables de telecomunicaciones revestidos con plomo, en comparación con los niveles de plomo en las áreas rurales cercanas, según descubrió un nuevo estudio sobre musgo urbano.
Los hallazgos plantean inquietudes sobre la exposición al plomo en los vecindarios anteriores a 1960, donde los cables eran comunes y en algunos casos todavía están instalados aunque ya no se utilicen, dijo Alyssa Shiel, geoquímica ambiental de la Universidad Estatal de Oregón y autora principal del estudio.
El plomo es un metal altamente tóxico. Los niños son especialmente vulnerables a la exposición al plomo, lo que puede provocar retrasos en el desarrollo, dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.
«Los resultados fueron bastante sorprendentes. La gran mayoría de las muestras con altos niveles de plomo se encontraban en áreas con estos viejos cables de telecomunicaciones», dijo Shiel, profesor asociado de la Facultad de Ciencias de la Tierra, los Océanos y la Atmósfera de la OSU.
«En base a estos hallazgos, ya hemos comenzado a investigar para entender si el plomo llega al medio ambiente y cómo lo hace. De esta manera, podemos saber si las personas están expuestas al plomo y, de ser así, en qué medida».
El estudio acaba de publicarse en Nature Communications Earth & Environment. Los coautores son Sarah Jovan, del Servicio Forestal de Estados Unidos, y Christina Murphy, de la Universidad Estatal de Oregón.
Shiel comenzó a estudiar el plomo en el musgo urbano de Portland hace varios años, luego de una investigación de Jovan que identificó altos niveles de cadmio en Portland, que en última instancia se remontan a empresas locales de fabricación de vidrio que usaban pigmentos a base de cadmio para hacer vidrio coloreado.
El musgo que crece en los árboles en áreas urbanas es un sistema eficaz de monitoreo del aire porque tiene una amplia superficie para recolectar contaminantes que se depositan en el aire que lo rodea.
«Estos musgos nos permiten saber qué se recoge en el aire que respiramos», dijo Shiel, quien también es miembro del Centro del Pacífico Noroeste para la Investigación de Salud Ambiental Traslacional en OSU.
El objetivo de los investigadores para el nuevo estudio era comprender mejor los niveles de plomo en las zonas urbanas y aprender más sobre sus posibles fuentes. En 2013, se recogieron muestras de Orthotrichum lyelli, un tipo de musgo que crece típicamente en los árboles, en Portland y en las zonas rurales cercanas en 2017.
Los resultados mostraron que los niveles de plomo en la zona urbana de Portland son casi 12 veces más altos que los encontrados en las áreas rurales cercanas. El análisis químico indica que gran parte del plomo presente en el ambiente se debe a la gasolina con plomo, que sigue presente en el medio ambiente casi tres décadas después de que se prohibiera en los Estados Unidos.
«El plomo introducido en el medio ambiente por la gasolina con plomo no ha desaparecido. Tenemos que vivir con ello», dijo Shiel.
Pero algunos barrios más antiguos mostraban concentraciones mucho más altas de plomo, lo que dejó a los investigadores desconcertados y en busca de más respuestas. Una investigación publicada en 2023 por el Wall Street Journal que relacionaba el plomo en las ciudades más antiguas con los cables de telecomunicaciones estimuló una nueva línea de investigación para Shiel y sus colegas.
En el verano de 2023, los investigadores recolectaron muestras de musgo adicionales, esta vez centrándose en vecindarios más antiguos donde todavía hay cables de telecomunicaciones revestidos con plomo o se habían eliminado en el pasado reciente.
«Queríamos ver si el impacto de los cables de plomo era consistente en todos los vecindarios donde había cables», dijo Shiel.
Descubrieron que los niveles de plomo en los vecindarios con cables de plomo eran más del doble que en los que no los tenían y más de 38 veces superiores a los de las muestras de las zonas rurales. Las concentraciones más altas de plomo se encontraron en muestras recogidas a menos de un metro de un cable de plomo.
Los investigadores plantean la hipótesis de que el plomo de los cables se va filtrando lentamente con la lluvia y se va acumulando en el suelo y la vegetación, incluido el musgo, que se encuentra debajo. El suelo contaminado también puede transportarse por el aire y transportar el plomo a zonas que no están directamente debajo de los cables.
«Vemos que el plomo está migrando», dijo Shiel. «Las muestras de musgo muestran que el plomo no sólo está latente en el suelo cerca de los cables de telecomunicaciones, sino que se está movilizando en el aire».
Se necesita más investigación para entender hasta qué punto puede extenderse el plomo de los cables, señaló Shiel, y los investigadores planean realizar pruebas de suelo en estas áreas a continuación para determinar cuánto plomo hay en el suelo.
Hay suficiente evidencia de niveles altos como para generar preocupación sobre posibles impactos en la salud, dijo.
«No esperábamos este resultado. Pero que estos niveles más altos de plomo provoquen o no exposición de las personas depende en parte de lo que hagan las personas en esos lugares», señaló Shiel. «En este momento, recomendamos que las personas eviten interactuar con el suelo o alterarlo en las áreas donde estos cables están o estuvieron presentes en el pasado reciente».
Shiel ha desarrollado un sitio web con un mapa que muestra la antigüedad de los distintos barrios de la ciudad, así como fotografías de cables de telecomunicaciones antiguos, para que los residentes puedan determinar si su barrio tiene estos cables o si los ha tenido en el pasado. El sitio (https://ehsc.oregonstate.edu/our-research/research-highlights/lead-sheathed-telephone-cables) incluye información adicional sobre la posible contaminación con plomo y cómo reducir el riesgo de exposición.
Shiel enfatizó que no se deben pasar por alto otras fuentes de plomo. La fuente más común de envenenamiento por plomo en los EE. UU. es el polvo doméstico y la tierra que contienen plomo proveniente de pinturas a base de plomo, señaló.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades federales recomiendan que todos los niños que estén en riesgo de exposición al plomo se sometan a pruebas de intoxicación por plomo.
«Yo animaría a los padres a que hablaran con el médico de su hijo sobre la posibilidad de hacerse una prueba de detección de plomo», dijo Shiel. «Solicitar una prueba sería una medida razonable para las familias preocupadas».
