La mudanza de la ciudad ha generado titulares nacionales e internacionales, a medida que Japón experimenta crecientes problemas de sobreturismo, particularmente en sitios populares como los estrechos callejones privados de Kioto, e incluso senderos en el propio Monte Fuji, donde a los turistas les encanta fotografiarse y publicar en las redes sociales.
El ayuntamiento de Fujikawaguchiko se ha visto inundado de llamadas telefónicas de japoneses, muchos de ellos no residentes locales, que han criticado la medida de bloquear la vista.
«No es que no queramos que la gente vea el Monte Fuji. El problema es que hay mucha gente que no es capaz de respetar las normas básicas», dijo a la AFP un responsable municipal.
«MODALES BÁSICOS»
Tener una barrera de red es desafortunado pero quizás necesario, dicen los residentes del área.
«Acogemos a los extranjeros para revitalizar la comunidad, pero hay muchas violaciones de las buenas costumbres, como cruzar la calle, tirar basura y entrar ilegalmente en las propiedades de la gente», dijo a la AFP un residente de 60 años.
«Después de todo, están aquí por el Monte Fuji, por lo que tener esa barrera es muy desafortunado», dijo la mujer, que se identificó como Watanabe.
«Podría haber habido otras formas de abordarlo, pero por ahora siento que no se puede hacer nada», dijo.