Redacción
Las distintas industrias han encontrado alternativas ambientalmente sostenibles para incorporar en sus procesos, y el sector constructor, no es la excepción.
(Camacol aspira a construir 500.000 viviendas sostenibles para 2026).
De esta manera, el gremio de los constructores, Camacol, (Cámara Colombiana de Construcción) desde hace más de cinco años ha trabajado en cambiar no solo la forma en que se construye y sus materiales, sino también en hacer la unidad habitacional funcionalmente más ecológica.
En el año 2017, Camacol y la Corporación Financiera Internacional (IFC) firmaron el acuerdo que daría inicio a la certificación Edge en Colombia (Excelencia en Diseño para Mayores Eficiencias), con el fin de avalar que la edificación es ambientalmente responsable.
“Se ha observado un creciente interés de los empresarios del sector constructor por masificar las prácticas de construcción sostenible en Colombia, generando impactos positivos en materia de ahorros de agua, energía, y energía embebida en los materiales de construcción, lo que permite mejorar la calidad de vida de los colombianos y contribuir con acciones concretas desde la vivienda en la lucha contra el cambio climático”, señalaron las entidades en un comunicado.
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Apenas un año después de su llegada a Colombia, se dio certificación al primer proyecto Edge. Pero ahora, en 2022, la certificación ha llegado ya a más de 9 millones de metros cuadrados para edificaciones en los segmentos de comercio, industria, hospitales, hoteles y vivienda. En el caso residencial, más de 130.000 unidades habitacionales se han certificado, de las cuales 95.000 son del segmento de vivienda VIS.
Para la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “el sector constructor está contribuyendo cada vez más con la mitigación y adaptación al cambio climático de una forma consistente, liderando la transformación de la industria en Colombia. Estos positivos resultados evidencian una contribución activa del sector hacia el logro de los compromisos de país, a través de lineamientos de construcción sostenible que generan ahorros de agua y energía en las edificaciones, pero, sobre todo, que generan capacidades empresariales para esta transformación hacia la sostenibilidad como centro de los negocios”.
Compra de vivienda.
Y es que el sector le apunta desde todos los frentes a llegar a ser más ecológicos, por eso el gremio lanzó su propuesta de ‘Camacol verde’ el pasado mes de agosto, en la cual se fijó la meta de construir 500.000 viviendas sostenibles para el año 2026.
“Dentro de las líneas estratégicas para tener un rol activo como sector se encuentran: ciudades sostenibles que tiene que ver con la planificación, norma e infraestructura urbana; el componente de materiales verdes que hace referencia a la producción, distribución, suministro y promoción de mejores prácticas del uso de materiales sostenibles; certificaciones sostenibles como nuestra certificación Edge”, señaló en su momento Forero a Portafolio.
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Los resultados de Edge en el país reflejan ahorros equivalentes a: 217,507 megavatios hora (MWh) anualmente; 7.3 millones de metros cúbicos (m3) de agua al año, y 88,487 toneladas totales de dióxido de carbono (CO2) por año.
Adicionalmente, en América Latina, Colombia es el país con mayor número de instituciones financieras que ofrecen financiación preferencial para proyectos sostenibles.
En esta línea, el gremio trazó la ruta para que en 2023, una de cada cinco viviendas construidas en el país esté certificada. La certificación puede ser obtenida por edificaciones que cumplan con parámetros de ahorro en: agua, energía y energía incorporada en materiales.
Actualmente, los proyectos que más son certificados VIS están ubicados en Bogotá (42.557), Cali (14.566) e Ibagué (6.472) y del segmento no VIS encabeza la lista Bogotá (12.205), Medellín (8.610) y Cali (4.614).
PAULA ANDREA GALEANO BALAGUERA
