Una investigación sobre trasplantes de cerdos arroja una sorpresa: el tocino es seguro para algunas personas alérgicas a la carne roja

Algunas personas que desarrollan una alergia extraña y aterradora a la carne roja después de una picadura de una garrapata estrella solitaria aún pueden comer carne de cerdo de una fuente sorprendente: cerdos genéticamente modificados creados para la investigación de trasplantes de órganos.

No lo busque en los supermercados. La empresa que ha criado estos cerdos especiales comparte su pequeña reserva, de forma gratuita, con pacientes alérgicos.

«Recibimos cientos y cientos de pedidos», dijo David Ayares, quien dirige Revivicor Inc., mientras abría un congelador repleto de paquetes de hamburguesas de carne de cerdo molida, jamón, costillas y chuletas de cerdo.

La alergia se denomina síndrome alfa-gal, que hace referencia a un azúcar presente en los tejidos de casi todos los mamíferos, excepto en las personas y algunos de nuestros primos primates. Puede provocar una reacción grave horas después de comer carne de res, de cerdo o cualquier otra carne roja, o ciertos productos de mamíferos como la leche o la gelatina.

Pero, ¿dónde entra en juego el trasplante de órganos? No hay suficientes órganos humanos donados para todos, por lo que los investigadores están tratando de utilizar órganos de cerdos en su lugar, y ese mismo azúcar alfa-gal es una gran barrera. Hace que el sistema inmunológico humano destruya inmediatamente un órgano trasplantado de un cerdo común. Por lo tanto, el primer gen que Revivicor inactivó cuando comenzó a modificar genéticamente cerdos para trasplantes de animales a humanos fue el que produce alfa-gal.

Si bien los xenotrasplantes aún son experimentales, los cerdos «GalSafe» de Revivicor obtuvieron la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos en 2020 para ser utilizados como fuente de alimento y como una posible fuente de terapias humanas. La FDA determinó que no había un nivel detectable de alfa-gal en varias generaciones de cerdos.

Revivicor, una subsidiaria de United Therapeutics, no es una empresa de alimentos: investiga los xenotrasplantes. Tampoco ha encontrado a nadie en el sector agrícola interesado en vender carne de cerdo GalSafe.

Aún así, «este es un cerdo de investigación que la FDA aprobó, así que hagámoslo llegar a los pacientes», así describe Ayares el inicio de los envíos hace unos años.

El rebaño GalSafe de Revivicor se encuentra en Iowa y, para mantener bajo control su número, se procesa periódicamente parte de la carne en un matadero certificado por el Departamento de Agricultura de los EE. UU. Luego, Revivicor envía por correo envíos congelados a pacientes con síndrome de alfa-gal que hayan completado solicitudes para recibir la carne de cerdo.

Cartas de agradecimiento que relatan la alegría de volver a comer tocino se alinean en un tablero de anuncios cerca del congelador en la oficina corporativa de Revivicor.

Por otra parte, en una granja de Revivicor en Virginia viven cerdos con diversas modificaciones genéticas para la investigación de xenotrasplantes, incluido un cerdo GalSafe que fue la fuente de un reciente trasplante de riñón experimental en NYU Langone Health.

Y esto plantea la pregunta: después de extraer los órganos trasplantables, ¿podría el cerdo utilizarse para producir carne?

No. La fuerte anestesia que se utiliza para que los animales no sientan dolor durante la extracción de órganos significa que no cumplen con las normas del USDA para alimentos libres de medicamentos, dijo el portavoz de United Therapeutics, Dewey Steadman.

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