El negocio suele donar las verduras sobrantes a hogares de ancianos o familias necesitadas, pero como último recurso, algunas verduras deben desecharse.
“Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo a cultivar estas plantas y no queremos que nuestros vegetales se desperdicien”, dijo la Sra. Goh.
“Pero a veces es más difícil para nosotros donar porque necesitamos organizar la logística, etc., y es más fácil para nosotros tirarlos, pero es un desperdicio”.
En ComCrop, una granja urbana en la azotea a lo largo de Woodlands Loop, alrededor del 30 por ciento de sus productos se dona a organizaciones benéficas.
Aún así, el volumen de verduras sin vender es una mejora con respecto al año pasado, cuando se tuvo que regalar cerca de la mitad de su cosecha.
“Las sobras están disminuyendo, pero sigue siendo un problema. Todavía tenemos desperdicios que tenemos que donar a diario”, dijo el director ejecutivo de la compañía, Peter Barber.
La granja dijo que la colocación deficiente de productos en las tiendas es uno de los desafíos que enfrenta.
«El mayor comentario que hemos recibido de los singapurenses es que no pueden encontrar nuestros productos», dijo el Sr. Barber. “Entonces, hemos estado trabajando en estrecha colaboración con (los supermercados) para lograr un mejor posicionamiento en los estantes”.
RAÍZ DEL PROBLEMA
Ambas granjas dijeron que la baja conciencia de los consumidores y la falta de apoyo a los productos locales son problemas importantes. SG Veg Farms, que está ubicada sobre un estacionamiento de varios pisos a lo largo de Admiralty Drive, dijo que incluso los residentes del vecindario desconocen su presencia.
