Crédito de foto: City TV
Se trata de Edy Fonseca, vigilante en un edificio residencial del barrio Rosales, en el norte de Bogotá, quien le relató a varios medios de comunicación nacional, la aterradora situación que vivió en el edificio, luego de que, al parecer, la obligaran a quedarse a vivir en este lugar desde el mes de marzo.
De acuerdo con la denuncia de la mujer a estos medios, ella habría sido obligada por sus jefes a estar allí sin salir por un mes, con la excusa de que así lo había ordenado el Gobierno Nacional. La celadora logró salir de edificio debido a su grave estado de salud.
En diálogos con El Espectador, Foncesa contó que el pasado miércoles 25 de marzo hacia las 11 a.m., al llegar a su casa después de terminar su turno, la llamaron del edificio para que regresa, debido a que uno de sus compañeros había pedido permiso para faltar por un problema personal.
“Ellos me preguntaron que si tenía un colchón inflable. Yo les dije que no tenía. Entonces me pidieron que llevara algo que se asimilara a un colchón, así que llevé un cubrelecho”, relató la mujer al medio, quien además aseveró que al volver al edificio a eso de las 5:00 p.m., el presidente del consejo de la unidad residencial le bajó un sofá para que ella se quedara en la recepción.
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Asimismo, según su denuncia al medio impreso, el presidente del consejo le habría prometido $15 mil diarios para que desayunara, almorzara y comiera en el lugar. Sin embargo no era suficiente para su buena alimentación, además nunca le garantizaron buenas condiciones de descanso y aseo.
Según el relato de El Espectador, la vigilante en repetidas ocasiones clamo a sus jefes salidas cortas para ver a su hija, de quien es responsable, pero nunca se le permitió; pues como lo asegura ella, era a la única trabajadora que tenían en esas condiciones.
Su calvario pareció terminarse el 23 de abril, cuando fue sacada del lugar en una ambulancia pues estaba a punto de sufrir un coma diabético, presentaba una parálisis fácil y dificultad para respirar, todo esto debido al estrés, depresión y mala alimentación. Un residente del edificio habría sido quien informó al 123.
“Yo ya no podía respirar, ya no coordinada lo que estaba hablando”, contó la afectada, quien aseguró al mismo medio que cuando estaba en la ambulancia, el presidente del consejo del edificio le dijo que “los había metido en un problema”, por lo cual estaba despedida.
Edy Fonseca fue atendida y ahora se recupera en su lugar de residencia.
El abogado de la celadora habló
Ante las situaciones precarias en las que estaba Edy Fonseca, se instaurará una acción legal contra el edificio residencial.
“No alcanzó a ser homicidio, pero sí fueron lesiones personales porque ellos dieron pie a todo eso y también hubo una coacción psicológica, porque todo esto fue lo que le generó los problemas de salud que ella presentaba cuando llegó la ambulancia”, precisó Nixon Forero, abogado de Fonseca a El Espectador.
Además, agregó al mismo medio, que los hechos podrían inclusive tipificarse como un secuestro. “Ellos estuvieron muy cerca del secuestro, pero eso lo tiene que definir un fiscal porque para eso no basta sino la retención de la persona y a ella la tenía retenida”.
Finalmente, el abogado contó al medio impreso que iba a tramitar también una queja ante MinTrabajo y la Superintendencia de Vigilancia, ya que las personas que toman las decisiones del edificio, al parecer, ya presentan una queja en esta entidad por haber incumplido la reglamentación para contratar celadores en el lugar.
Cabe recordar, que según el decreto expedido por el Gobierno Nacional, los vigilantes y personal de seguridad estaban dentro de las excepciones para circular en la ciudad.
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