Conforme avanza el tiempo y la tecnología gana más terreno en los diferentes escenarios del mundo financiero, las viejas prácticas como usar talonarios, cheques o tener que hacer largas filas en el banco, se convirtieron en cosa del pasado, mientras que las tarjetas o el dinero plástico ven cómo están cerca de desaparecer, puesto que ahora todo se está manejando desde el celular.
La necesidad de hacer todo ya mismo, el afán con el que se mueve la sociedad actualmente y el deseo de tener todo al alcance de la mano; son algunos de los factores que en este momento inciden en la transformación y afianzamiento de la tecnología, en una realidad en la que los mismos bancos ya se dieron cuenta y decidieron adaptarse.
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Según un informe de Ernst & Young, el 76% de los colombianos utilizan servicios de tecnología para tramitología financiera, siendo la tasa de adopción más alta en América Latina, poniendo a la industria financiera ante un panorama complejo, puesto que los usuarios buscan soluciones a través de sus celulares con mayor frecuencia y evitan visitar un punto físico u oficina.
Mario Cruz Aguilar, CEO y fundador de Kontigo, agrega que desde 2008 hasta 2022, la inclusión financiera ha tenido un aumento del 55% a más del 90% de adultos colombianos con un producto bancario, lo que demuestra que la tecnología impulsa notoriamente la inclusión financiera.
“Los sectores de la banca, microfinancieras, cooperativas y fintech, se han visto obligados a evolucionar e innovar digitalmente a un ritmo acelerado, trayendo consigo algunos obstáculos para aquellos que quieran hacer parte de esta nueva ola. Hoy en día hay varios retos de cara a democratizar el acceso a la colocación de estos utilizando tecnología avanzada y se puede arrancar por lo menos con tres”, dijo este experto.
Menos desplazamiento
Para Cruz Aguilar, es necesario empezar por entender que a las personas ya no les gusta lo mismo que años atrás, empezando por las largas filas y tener que ir hasta una sede física de los bancos, cada que necesita algo. En este sentido, sugiere que ahora son las entidades financieras las que deben buscar cómo acercarse a los usuarios.
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“Un reciente estudio realizado por Inmark, determinó que en Colombia las pequeñas y medianas empresas (pymes) están optando cada vez más por el uso de medios de pago innovadores al hacer transacciones con sus clientes, siendo la banca móvil el mecanismo más empleado, pues este logró una penetración del 45,5%”, manifestó.
Por esta razón, desde su perspectiva, las empresas emisoras de crédito deben adaptarse y ofrecer soluciones que eliminen la necesidad de visitas físicas. Esto no solo incluye la digitalización de procesos, sino también la simplificación de la tramitología.
Buena infraestructura
En segundo lugar, el CEO de Kontigo destaca que con la digitalización, el acceso a datos se ha convertido en un arma de doble filo, ya que por un lado, permite a las empresas emisoras de crédito realizar evaluaciones de riesgo más precisas y ofrecer productos más personalizados. Por otro lado, plantea desafíos en términos de protección de datos y privacidad, que deben ser atendidos con toda la prioridad.
“Hay que contar con infraestructura de última tecnología, lo que incluye sistemas de almacenamiento y procesamiento de datos avanzados, plataformas de análisis de datos y soluciones de ciberseguridad de vanguardia”, resaltó.
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Dicho esto, advierte que para hacerle frente a dicha problemática, hay que convertirse en un aliado, tanto para las entidades financieras como para los ciudadanos, por medio de alternativas como el estudio del perfil financiero de los usuarios y la revisión del historial crediticio; todo esto con el fin de tomar decisiones informadas.
Confianza
Por último, pero no menos importante, Mario Cruz sostiene que al tratarse de un servicio netamente virtual, es necesario que los usuarios se sientan seguros cuando ofrecen sus datos personales para evitar que sean expuestos a posibles fraudes. De esta manera, la falta de confianza puede llevar a la pérdida de clientes y afectar negativamente la reputación de la empresa.
“Estos tres retos mencionados representan tanto desafíos como oportunidades para las empresas emisoras de crédito. La clave está en cómo logren adaptarse y evolucionar en este entorno digital para seguir ofreciendo un servicio de calidad y ganar la confianza de sus clientes. Un sistema gana-gana tanto para los usuarios que requieran de un crédito, como para las cooperativas que quieran ahorrar tiempo en el análisis de data y acceder a un mayor número de clientes”, concluyó.