Redacción
Crédito de foto: Especial para 90minutos.co
Comenzó marzo y se inició también el retorno gradual, progresivo y seguro a las aulas, como lo garantiza el proceso de alternancia implementado por el gobierno nacional y las dependencias educativas territoriales. Vamos ganando confianza todos, y la sonrisa de los niños nos confirma que es positivo y posible su regreso para adelantar su proceso pedagógico y mejorar su salud física, mental y emocional, su bienestar y calidad de vida.
El cierre de las instituciones educativas ha causado un fuerte impacto negativo en los estudiantes. Como dijo esta semana Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de Unicef: “Cada día que pasa, los niños que no pueden acceder a la educación presencial se van quedando cada vez más rezagados, y los más marginados sufren las peores consecuencias.
No podemos permitir que, por segundo año consecutivo, estos niños sigan sin poder asistir a la escuela de forma presencial o que la presencialidad siga siendo limitada. No debemos escatimar esfuerzos para mantener las escuelas abiertas o darles prioridad en los planes de apertura”.
Y es que los niños han sufrido, en silencio, el cierre de las aulas que implicó la separación de sus amigos, el encierro en casa sin posibilidad de salir a jugar al parque o a la calle y en muchas ocasiones en lugar de recibir amor, seguridad y protección en sus hogares están afligidos por soledad, maltrato, violencia, duelos y entornos hostiles, situaciones que les causan inseguridad, desconcierto, miedo, preocupación, ansiedad, hiperactividad, desmotivación, problemas de sueño y tristeza.
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Pero el panorama comienza a despejarse. En el Valle del Cauca hace varios meses venimos trabajando, de manera articulada con el Ministerio de Educación Nacional y los actores de la comunidad educativa, para posibilitar el regreso a las aulas.
En junio se crearon en cada municipio los comités para el regreso seguro, conformados por directivos, docentes, padres de familia, alcaldías, secretarías de salud y educación y representantes de las organizaciones sindicales con el objetivo de tener una lectura clara de la situación en cada territorio, en cada institución, mediante visitas, observación de protocolos de bioseguridad y verificación del cumplimiento para avalar la apertura de los planteles.
Esta semana, hemos disfrutado la grata experiencia de acompañar el primer día de clases en las primeras instituciones autorizadas y hemos compartido la alegría de niñas y niños cuando se encuentran con sus compañeros y sus docentes; es una verdadera recompensa a los múltiples esfuerzos de todos los actores de la comunidad escolar para atender el clamor del 90% de las familias que quieren enviar de nuevo a sus hijos a la escuela y respaldan con su firma esa decisión, seguros del cumplimiento de los requisitos.
No hay improvisación porque ha sido un trabajo responsable y riguroso, al punto de que la experiencia de alternancia del Valle del Cauca es reconocida como modelo a implementarse en Colombia por el Ministerio de Educación debido a la participación de la comunidad, lejos de imposiciones o autoritarismos, sino mediante previa concertación y luego la decisión voluntaria de autorizar el retorno por parte de las familias.
Hoy, ya tienen el aval para retornar en la modalidad de alternancia 95 planteles, aproximadamente, un 70% de las 149 instituciones oficiales de los 34 municipios no certificados del Valle del Cauca.
Con el retorno se evita la deserción que llegó en Colombia al 2.2% según estadísticas del Ministerio, es decir más de 260.000 estudiantes. En el Valle la presencialidad es muy importante porque el 82.5% de nuestras instituciones educativas oficiales están en la zona rural, una realidad que genera grandes dificultades para acceder a la virtualidad porque algunos lugares ni siquiera tienen energía. Además, hay planteles con media vocacional técnica, agropecuaria o agroindustrial que requiere prácticas.
Las organizaciones sindicales han sido testigos del importante aporte del gobierno departamental a la educación, en medio de la pandemia, en medio de la crisis, apropiando recursos necesarios para la adquisición de equipos y herramientas que propicien el acceso a la virtualidad. Una gran satisfacción ha sido el resultado de las Prueba Saber porque frente a la media nacional nuestras instituciones educativas de la zona rural fueron las que mejor puntaje obtuvieron; eso significa que estamos haciendo las cosas bien y que los recursos están bien invertidos.
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Y como el compromiso educativo es de todos, casi $10.000 millones de pesos van a ser invertidos en infraestructura de las instituciones educativas. $4.000 millones serán destinados por la Gobernación para las obras que prioricen los municipios; $3.300 millones de regalías para adecuaciones, y en convenio con el Fondo de Financiamiento de la Estructura Educativa, FFIE, se invertirán $1.000 millones de su parte y $1.0000 del Departamento para la instalación y adecuación de baterías sanitarias. Adicionalmente, se asignaron $1.332 millones para la contratación de 300 personas para labores de higiene, aseo y desinfección.
Obviamente, siempre los recursos serán insuficientes frente a una deuda histórica de 50 años, al punto que el gobierno nacional incrementó el presupuesto en más del 40%. Pero la crisis ha servido para volver la mirada hacia el sector educativo; inclusive el sector privado no ha sido ajeno y se ha vinculado con importantes aportes.
Le damos la bienvenida a las aulas a la comunidad educativa vallecaucana.
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