Los cerca de 90 mil habitantes de Santander de Quilichao amanecieron el sábado aturdidos y asustados por el atentado con cilindros contra la estación de Policía de esta localidad en el norte del Cauca.
Fue tal el miedo que en esta población, la Alcaldía también decretó el toque de queda hasta las 6 de la mañana de ayer. Destrozos y el dolor de las familias de tres policías que murieron en el atentado era el panorama que se vivía en la municipalidad.
Las víctimas fueron Roy Valentino Gallyadi Fernández, patrullero oriundo de Popayán; Jesús Norbey Muelas Ipia, de 33 años y nacido en Morales; y Éver Danilo Canacuán Cuaical, de Cumbal, en Nariño.De acuerdo con la Policía del departamento, el hecho también dejó 10 heridos, de los cuales, siete son uniformados y los tres restantes son parte de la comunidad.
La población afectada buscaba recuperar algo de sus enseres, tras la destrucción de sus casas.
Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO
El secretario de Gobierno departamental, Jaime Asprilla, dijo que se trató de explosiones con cilindros que fueron lanzados desde un camión contra la estación de Policía. Esto sucedió a las 9 de la noche del viernes.
El atentado dejó a la localidad sin fluido eléctrico y afectó algunas viviendas aledañas.
“Creemos que se trata de personas desadaptadas, de delincuencia común, que aprovecharon el marco de la protesta para generar esta clase de situaciones negativas en el departamento”, dijo el secretario de Gobierno del Cauca una vez conocido el hecho. Sin embargo, la misma Policía atribuyó el atentado a la columna móvil ‘Dagoberto Ramos’, grupo armado de las disidencias de las Farc.
El policía Jesús Muelas, una de las víctimas mortales.
El gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo dijo: “Todos estos actos violentos que se han venido presentando en seguidilla no harán desistir las acciones que nuestra Fuerza Pública adelantan contra los grupos armados organizados que delinquen en la región, en particular, la columna móvil Dagoberto Ramos. Toda nuestra solidaridad con la institución de la Policía, con los familiares de las víctimas, pronta recuperación para los heridos y todo el peso del Estado para estos enemigos de la paz que se han ensañado con nuestro departamento”.
Según algunos pobladores, después de las explosiones, hubo hostigamientos contra las patrullas que se desplazaron a esa zona.
Ever Danilo Canacuan Cuaical, otro de los policías que murió.
Los heridos fueron llevados a hospitales de Santander de Quilichao, Popayán y Cali. A la Fundación Valle del Lili, clínica privada en el sur de la capital vallecaucana, llegaron siete heridos, dos de ellos, una menor de 15 y un joven de 25. Muchos de estos siete heridos sufrieron daños, y quemaduras por la explosión y las mismas esquirlas. Hay dos pacientes con su zona ocular comprometida por las heridas.
La familia del policía Roy Valentino Gallyadi Fernández llora por su muerte, tras el atentado.
Tres de los pacientes en esta clínica fueron remitidos a otros centros asistenciales de Cali.
Algunos de los heridos fueron identificados, como José Miguel Sánchez Chapuel, Jaminzon Ospina Saldarriaga, Luis Alfonso Martínez Suárez y Ólmer Iván Guerrero Sarria. Hay una menor de 15 años.
El presidente Iván Duque dijo: «Expresamos nuestro dolor por quienes perdieron la vida y también vemos ahí las manos criminales de grupos armados organizados que han pretendido pescar en río revuelto’. Así lo declaró el Jefe de Estado al término de una nueva reunión en el Puesto de Mando Unificado (PMU), en la capital de la República, desde donde se monitorean las acciones desarrolladas frente a los desórdenes registrados desde el pasado jueves.
El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo también rechazó el atentado y señaló que el Ejército y la Policía están tras los responsables.
El alto funcionario se desplazó a Cali para fijar medidas y fortalecer la Fuerza Pública, luego de los desmanes y saqueos, tras el paro nacional y las movilizaciones hacia el centro de la capital vallecaucana. “La protesta pacífica será siempre respetada, será siempre protegida. Los actos violentos, la criminalidad y el vandalismo serán siempre perseguidos con todo el peso de la ley y el ejercicio de la autoridad legítima del Estado”, expresó Holmes Trujillo.
El Ministro anunció recompensas por el cartel de los vándalos que generaron revueltas y daños en establecimientos comerciales, y que obligaron el toque de queda ese jueves del paro nacional. También dijo que habrá proyectos de infraestructura tecnológica para aumentar la capacidad de respuesta de las autoridades y se creará un centro de inteligencia. Dijo que a Cali llegaron 750 policías y 200 militares. Refuerzan los más de 6.000 policías existentes en esta capital.
POPAYÁN Y CALI