La Policía arrestó a los individuos acusados de entregar un revólver a Wellington Menezes de Oliveira, quien masacró a doce niños en un colegio. Los acusados admitieron su culpabilidad
Charleston Souza de Lucena, de 38 años, e Izaías de Souza, de 48 años, fueron detenidos esta madrugada acusados de vender un arma de fuego calibre 32 al autor de la matanza de Río de Janeiro.
Los individuos aseguraron que desconocían las intenciones del asesino y dijeron quenunca le habrían vendido el arma de saber que planeaba una acción de tales características. Además reconocieron haberle entregado el revólver al asesino, por lo que serán acusados de venta ilegal de arma de fuego, un delito castigado con hasta ocho años de prisión, declaró el comisario Felipe Ettore.
La Justicia decretó la prisión preventiva de los dos sospechosos, que ya tenían antecedentes penales por lesiones corporales y amenazas. Asimismo, la Policía informó que los acusados vendieron el arma por 260 reales (unos 165 dólares) y ganaron 60 reales (cerca de 38 dólares) con la transacción.
Souza de Lucena, cerrajero de profesión, reveló que le cambió la cerradura de la casa a Oliveira hace unos pocos meses, cuando éste le preguntó si conocía a alguien que vendiese armas y entonces se puso en contacto con De Souza para conseguir el revólver.
No obstante, aún no hay pistas sobre la procedencia de la otra arma utilizada por el asesino, un revólver de calibre 38, puesto que el número de serie estaba borrado, según la Policía.
La masacre tuvo lugar el jueves pasado en la escuela Tasso da Silveira, de la que Oliveira, de 23 años, había sido alumno. El asesino se suicidó después de ser herido en la pierna por un policía, que estaba en los alrededores. Las autoridades consideran que el asesino tenía problemas mentales.
