Redacción BL
El movimiento de bailarines ‘UrbanizARTE’ e independientes, exponen que debido a las consecuencias de la crisis sanitaria por COVID-19, no han podido gestar suficientes ingresos para seguir con el pago de salarios y locales; algunos de ellos tuvieron que cerrar los espacios físicos de manera indefinida.
“Somos miles de corazones de distintos grupos, colectivos y estudios, de distintos géneros y estilos de danza… hemos encontrado en la danza, una forma de crecimiento personal y de vida que hoy necesita recaudar recursos de otras fuentes, con los que pretendemos solucionar parte de la problemática ocasionada por el brote, a centenares de trabajadores de la industria del baile”, reflejó el colectivo en un video de Youtube.
Diana Giraldo, campeona mundial de Tango escenario, fundadora y directora de la fundación ‘Jaracanda’ Centro Cultural, anunció en otro video del perfil de Instagram de este grupo que, luego de 11 años de tener sus espacios abiertos se encontraron en la necesidad de cerrar, como consecuencia de la pandemia por el coronavirus.
“Formamos bailarines, hicimos producción de espectáculo, imprimimos cultura y generamos tejido social que le hace falta a la ciudad y tuvimos que cerrar…”, comentó Giraldo.
Daniela Viáfara, directora de la escuela de baile ‘Salsa Swing’, le comentó a 90 Minutos que desde el 16 de marzo su local ha estado cerrado, y sólo cuenta hasta agosto para pagar los arriendos de los meses que ha abordado la cuarentena nacional (abril, mayo, junio). De no poder realizar el pago, deberán entregar el establecimiento, que la escuela ha acreditado por más de 18 años como empresa familiar y con sus estudiantes.
Por otro lado, bailarines ha denunciado que no ven ningún apoyo por parte del estado para resolver la situación de empleo.
Nicolás Navarrete, bailarín urbano independiente, afirmó en entrevista con este medio que hasta el momento “no hay garantías, no hay apoyo para la comunidad cultural, nos ha tocado con las uñas, y algunos han atentado contra su vida por la falta de recursos y no poder trabajar”.
“Si pudiera pedir algo, quisiera el permiso para trabajar, porque nosotros vivimos de ésto, pagamos el colegio de nuestros hijos, somos familias completas que vivimos del baile, es nuestra única fuente de ingreso”, manifestó Viáfara.
Los danzantes comentan que han recurrido a otras alternativas para sustentarse, “seguimos en pie de lucha apoyando la cultura de la ciudad y que no muera”, dijo Giraldo.
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Clases virtuales, nuevo medio para seguir en pie
A pesar de que los ingresos no sean los mismos, Viáfara afirma que con las clases virtuales han podido solventar las necesidades básicas primarias.
“Comenzamos a realizar clases virtuales desde nuestro hogar; para ello invertimos en internet, reflectores y demás con lo que afortunadamente hemos podido dar clase a los caleños como a estudiantes de Medellín, y otras partes del mundo como España, Italia, Argentina y Chile”, explicó la bailarina.
Para Navarrete, a pesar de que en un principio se encontró con dificultades para realizar estas clases virtuales, lo ha considerado positivo, pues ha generado más cercanía con sus estudiantes. “Antes de la pandemia, era nuevo en la academia donde enseño y no conocía a muchos chicos, ahora con las clases virtuales sé quienes son, el aprendizaje es más personal y gracias a ello he podido mantenerme”.
El movimiento ‘UrbanizARTE’ afirma que desde la danza han logrado generar aproximadamente 9 empleos por cada escuela, y les han enseñado a más de mil personas a lo largo del tiempo. Igualmente, por la crisis sanitaria, expresan que también se han trasladado a las clases virtuales pero esperan que muy pronto “puedan volver a abrazarse, en estos espacios donde disfrutamos bailar”.
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